Los aragoneses dan de baja cada año 30.000 vehículos para reducir gastos

Miles de conductores optan por la baja temporal para no pagar impuestos o acuden al plan Pive.

30.000 vehículos retirados al año en Aragón
30.000 vehículos retirados al año en Aragón

En paro, sin un lugar de trabajo al que acudir a diario y sin un sueldo para mantener el vehículo. Con esta radiografía, por desgracia tan habitual en los últimos años, no es de extrañar que el número de bajas de automóviles que tramita la Dirección General de Tráfico sea cada vez más voluminosa.


Solo en Aragón, en 2013 se retiraron de la circulación 32.840 vehículos, una cifra similar aunque levemente mejor (¿cierta recuperación económica?) que la registrada el año pasado, con 28.312 bajas. Muchas de ellas tienen su razón de ser en el Plan Pive, que permite renovar el coche si tiene más de diez años de antigüedad.


Desde su puesta en marcha en el segundo semestre de 2012, más de 26.000 vehículos con estas características has servido para la adquisición de uno nuevo, según los datos que maneja la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).


Sin embargo, la mayoría de las bajas tienen que ver con personas que ya no pueden mantener un coche, o que pasan de tener dos a uno solo para toda la familia. De hecho, una de las prácticas que más ha crecido en los últimos años ha sido la baja temporal.


Este trámite, recogido en los artículos 36 y 37 del Reglamento General de Vehículos, permite al propietario 'retirar' su coche por un tiempo por diferentes motivos, aunque el principal es el de ahorrarse gastos habituales como el impuesto de tracción mecánica, el seguro o la revisión de la ITV.


Eso sí, las autoridades de Tráfico recuerdan que un coche dado de baja debe guardarse en un garaje privado y no puede ser utilizado bajo ningún concepto. En caso de accidente, por ejemplo, la cobertura por responsabilidad civil recaería íntegramente en el conductor, lo que supondría un coste enorme.


Además, la baja temporal es requisito obligatorio cuando se entrega el vehículo, para su posterior transmisión, a un vendedor de segunda mano. Si a ello se le suma el mercado de compra de coches de desguace para beneficiarse de los planes Pive del Gobierno, se explica la alta actividad en este tipo de transacciones.

Reducción del parque

El resultado es un claro descenso del tráfico en las carreteras aragonesas y del número de vehículos matriculados. En concreto, desde 2010 se ha adelgazado el parque automovilístico en 6.000 turismos y 14.000 furgonetas.


En cambio, ciclomotores y motocicletas cotizan al alza. Son más económicos y gastan menos, lo que ha llevado a un incremento de unidades cercano a las 6.000 en toda la Comunidad en ese periodo de tiempo. Hasta el punto de que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Zaragoza ha tenido que ir ampliando progresivamente el espacio destinado al aparcamiento de este tipo de vehículos en la ciudad.


En cuanto a su edad, más de la mitad de los registrados en Aragón sobrepasa los diez años de antigüedad, mientras que el 33% se sitúa entre cinco y diez años, y solo el 16% no ha superado el lustro.

Impuesto de circulación

Por otro lado, pero en relación con los gastos de mantenimiento del vehículo, Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha publicado un informe comparativo en el que incluye las diferentes tasas que se pagan por los Impuestos sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) en función lugar de matriculación.


Según este colectivo, todavía existen verdaderos paraísos fiscales donde hay hasta 60 vehículos por cada vecino de la localidad en cuestión. En Aragón, La Cerollera o Retascón aparecían siempre en los primeros puestos de esta peculiar lista, aunque en los últimos años han ido desapareciendo.


En cuanto a las capitales de provincia, Zaragoza cobra 62,3 euros por un coche de 11 caballos fiscales (el más habitual), Teruel alcanza los 68 euros, mientras que en Huesca deben desembolsar 64,75. AEA sitúa a Melilla como la ciudad más económica y San Sebastián como la más cara.