Prudencia Roso tiene 54 años y durante toda su vida ha trabajado en el mundo de la limpieza, “en colegios, comunidades, casas y también como ayudante de cocina”. Sin embargo, desde que en 2008 empezara a flojear el trabajo, ya no ha vuelto ha encontrar un empleo, ni siquiera por horas o días puntuales.

Por ello, cuando se le pregunta por la noticia que le gustaría ver en todas las televisiones se muestra segura. “Que se empiece a mover el mercado laboral porque siempre salen los políticos diciendo que han creado puestos de empleo pero en el día a día esto no se nota”, recalca.

Como ella, algunos de sus familiares y amigos también se encuentran en esta situación. “Lo único que hay son cosas muy temporales, sustituciones, pero realmente, casi ninguna oportunidad de volver a empezar”, subraya. Algo que se complica con el paso de los años y según va aumentando la edad que aparece en el DNI. “Cuando me quedé en el paro todavía era joven, sin embargo, después de pasar los 50 ya no te contratan en ningún sitio”, sostiene.

Una problemática que antes de la crisis no existía. “Siempre había algún trabajo, bien en las casas por las mañanas o en los colegios, pero nunca faltaba de nada”, afirma. Asimismo recuerda que en estos momentos, el poco trabajo que le comentan que hay de lo suyo “está pagado a la mita de precio que hace ocho años”.

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