La DGA investiga si el tramo hundido de la autopista autonómica se hizo con yesos

Encargará un estudio sobre las causas del colapso y tomará muestras del talud hundido.

Socavones originador por la riada del Ebro
La DGA investiga si el tramo hundido de la autopista autonómica se hizo con yesos
Heraldo

El Gobierno de Aragón investiga si se utilizaron tierras contaminadas con yesos en la construcción de la autopista autonómica (ARA-A1) y si este factor pudo influir en su hundimiento.


La última crecida del río Ebro se llevó 50 metros del tramo construido sobre un talud y horadó también la base de un paso inferior de hormigón situado a 770 metros de distancia, que quedó literalmente en el aire y, por precaución, la concesionaria lo ha derribado. Por todo ello, la Consejería de Obras Públicas va a encargar en los próximos días un exhaustivo informe para aclarar las causas del colapso, ya que la infraestructura debería estar preparada para aguantar avenidas de mayor volumen.


La Dirección General de Carreteras también tomará muestras del gigantesco terraplén de la autopista para analizar en el laboratorio que la DGA tiene en la avenida de Cataluña. La Consejería de Obras Públicas tiene pruebas de que, al menos, en la construcción del nudo de conexión de la autopista autonómica con la N-II se utilizaron yesos en la explanación.


Esto se une al hecho de que la propia concesionaria de la ARA-A1, encabezada por Acciona, presentara una propuesta para utilizar tierras «con un alto contenido en yesos» en el terraplén, convenientemente encapsulado para garantizar su impermeabilización y evitar así que el agua pudiera socavarlo con el paso del tiempo.


Esta misma solución ya se utilizó en su día en las obras de la Ronda Sur de Zaragoza sin que se hayan registrado incidencias en sus doce años de servicio y en una de las radiales de Madrid. El argumento fue utilizado por la concesionaria a la hora de plantear su petición en marzo 2006, cuando estaba comenzando las obras de la autopista, inaugurada en el verano de 2008.


Fuentes de la DGA aseguraron a este diario que esta solución se descartó porque, aprovechando el montaje de un pontón sobre el río para las obras, se extrajeron las tierras de la margen derecha, del paraje Campo del Moro situado en El Burgo de Ebro. «Se cogieron gravas y resultaba más barato el trasiego de camiones que encapsular el terraplén», añadieron.


La realidad es que sí se utilizaron tierras con una elevada proporción de yesos en el enlace de Villafranca del Ebro, aunque como en el resto del terraplén construido en la margen izquierda, de algo más de tres kilómetros de longitud, se instaló una lámina geotextil como fórmula de impermeabilización. Esta solución quedó a la vista cuando la riada hundió 50 metros de la autopista hace más de mes y medio, lo que extrañó a los técnicos. «No tiene mucho sentido instalar un geotextil si las zahorras del terraplén son de calidad», apuntaron.


El terraplén tiene una altura media de 9 metros, descansa sobre una base de 71 metros de anchura que en su coronación, donde se asfaltó la calzada, se reduce a 35 metros. Estos datos dan una idea de la fuerza que tuvo que ejercer la crecida para reventar el talud, que en su mayor parte se encuentra ubicado en la llanura de inundación de la margen izquierda del Ebro.


Los técnicos de la DGA y de la propia concesionaria consideran que la existencia de un paso inferior es clave para explicar el hundimiento, ya que el agua se canalizó por allí y pudo socavar la base de esta estructura de hormigón, provocando su descalce y finalmente el colapso del terraplén.


De hecho, esto es lo que ocurrió a unos 770 metros, en otro de los pasos inferiores que dan continuidad a los caminos que permiten a los agricultores llegar a sus fincas. Acciona optó hace tres semanas por derruir 25 metros del talud al comprobar que bajo la estructura de hormigón que permite pasar a los tractores se había generado un socavón de casi tres metros de profundidad. De hecho, el marco estaba literalmente en el aire porque, según los técnicos, la crecida se comió la tierra al coger en ese punto mucha más velocidad. Para evitar que se reproduzca con otra avenida, se prevé montar un fondo de piedra de escollera.


La concesionaria, que se encuentra en concurso de acreedores, trabaja a la vez en los dos puntos dañados por la riada con el objetivo de abrir un paso alternativo a mediados de mayo. El Gobierno de Aragón le ha abierto un expediente por infracción grave al haberse interrumpido el tráfico e «incumplir» su obligación de mantener en buen estado la infraestructura.