¿Dónde descansan los aragoneses más ilustres?

Los restos de aragones llegan hasta la Capilla Real de Granada o La Almudena en Madrid.

El reciente hallazgo de los posibles restos de Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid lleva a preguntar cuál es el lugar de reposo de las figuras más ilustres de Aragón.


Desde reyes renovadores y visionarios como Fernando el Católico, al Goya más personal y desconocido o el Buñuel más 'aragones' y reservado.


Los momentos más importantes del reinado de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, se pueden repasar en la reciente exposición inaugurada en la Aljafería, visitada ya por los actuales Reyes de España. Y es a la Capilla Real de Granada al lugar que hay que acudir para apreciar los féretros de los que fueran reyes de España en el siglo XV.


Si hay alguien que se puede comparar con el propio Cervantes ese es el escritor del Siglo de Oro Baltasar Gracián y Morales, autor de 'El Criticón' y cuya obra es comparada por muchos críticos con 'El Quijote'. Tarazona y la iglesia de las Trinitarias es el lugar que visitar para contemplar el féretro del poeta. Para muchos, un pintor revolucionario para la época en la que vivió. Sin embargo, en el Museo Goya de Zaragoza le conocen bien. Desde sus grabados y litografías, aseguran que es conocida su faceta real y sus caprichos, pero que en el fondo, Goya era una persona desconocida para muchos.


Desde el museo reconocen que su sordera "le abrió la mirada al mundo que le rodeaba, a la auténtica realidad de pobreza y miseria que plasmó en sus obras. Además, sus amistades ilustradas le llevaron a su estilo revolucionario". Es así como Moratín, su gran amigo en vida, le retrataba exactamente, en el fragmento de una carta enviada a España hablando sobre el pintor: "Sordo, viejo, torpe y débil y sin saber una palabra de francés, pero a la vez, está tan contento y tan deseoso de ver mundo".


Ese era el auténtico Goya, el que viajó a Burdeos para disfrutar de la comida, el vino y la tranquilidad. Para apreciar su santuario, es a Madrid a dónde hay que viajar, a San Antonio la Florida. Como datos curiosos: Goya no consiguió publicar ni vender ninguna serie de los grabados de 'Los Desastres', y de 'Los Caprichos', sólo consiguió vender 30 ejemplares. Además, al trasladar su cuerpo de Francia a España, se descubrió que le falta la cabeza, cuyo paradero hoy en día sigue siendo un misterio.


Siguiendo con el ganador del premio Nobel de Medicina en 1906, Ramón y Cajal, que yace en el cementerio de La Almudena en Madrid, y el escultor Pablo Gargallo, que nació en Maella en el año 1881 y es considerado uno de los revolucionarios de la pintura y de la escultura del siglo XX. Este aragonés reposa en el cementerio barcelonés de Montjuic, en una tumba que no llama la atención más que por el nombre.


Barcelona es también el lugar de reposo del diseñador Manuel Pertegaz, nacido en la localidad turolense de Olba en 1918. Diseño el traje de novia de la Reina Letizia, recibió la Aguja de Oro Honorífica en 2004 y en 2009 le entregaron el Premio Nacional de Moda. Permanece enterrado en San Jaime.


Por último, están aquellos aragoneses que descansan en su tierra. El General Palafox, combatiente en Los Sitios de Zaragoza que reposa en la cripta de la basílica del Pilar, abierta al público únicamente los días 1 y 2 de noviembre. Labordeta: escritor, cantante, poeta y diputado de CHA en el Congreso de los Diputados descansa en el cemienterio de Torrero.


Por último, uno de los cineastas españoles más revolucionarios en cuanto a estilo se refiere. Luis Buñuel, cuya ideología política le llevó a desarrollar gran parte de su obra en Francia y México, en cuya ciudad mantenía muchas amistades y muy buen reconocimiento por su trabajo.


Desde el Festival de Cine de Zaragoza, retratan a un Buñuel "muy aragonés", pero también " muy reservado. Sus amigos y familiares tenían que presionarle para que fuera a recoger los premios. No le gustaban los periodismos ni el mundo mediático". Javier Espada, Director del Centro Buñuel de Calanda, asegura que "no era una persona exhibicionista, le decía a los periodistas que no tenía técnica y es cierto, no le gustaba nada asistir a festivales importantes como Cannes". Las cenizas del cineasta fueron esparcidas por un monte en la localidad de Calanda.