La DGA autoriza a Caldearenas, Anzánigo y Javierrelatre a volver a captar agua del Gállego

Las restricciones continúan para Ardisa, Santa Eulalia de Gállego, Piedratajada, Marracos y Puendeluna.

El Gobierno de Aragón ha autorizado este jueves a tres poblaciones de la cuenca del Gállego a volver a captar agua del río para su suministro, tras no revelar las últimas muestras analizadas la presencia de niveles de lindano en las aguas por encima de los permitidos.


Según informa el Ejecutivo regional, se trata de los municipios de Caldearenas, Anzánigo y Javierrelatre, a los que se les comunicó la noche del martes pasado, junto a otros cinco más, la prohibición de captar agua del río debido a un pequeño derrame registrado en el interior del barranco de Bailín.


Estas fuentes aseguran que las restricciones continúan para los cinco municipios restantes, los de Ardisa, Santa Eulalia de Gállego, Piedratajada, Marracos y Puendeluna, a la espera de los resultados de las muestras realizadas en cada una de estas poblaciones.


Señalan que la restricción se limita a la captación del agua del río y no al consumo del agua ya almacenada en los depósitos de estas poblaciones.


Por otra parte, los análisis realizados en los últimos siete días por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tampoco revelan la presencia de concentraciones de lindano superiores a las permitidas en el río Gállego a la altura de los embalses de la Peña y Ardisa informa el Organismo de cuenca.


Estas muestras, captadas los pasados días 19, 23 y 25 de este mes, evidencian que las aguas continúan limpias y que el derrame no ha llegado a estas zonas o bien se ha diluido.


La voz de alerta fue dada a raíz de un pequeño derrame desde el interior del barranco de Bailín que llegó al cauce del río Gállego, según admitió el consejero de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno aragonés, Modesto Lobón.


El derrame se produjo la tarde del martes pasado en una arqueta que quedó obstruida por una señal de tráfico desprendida por las tormentas o el viento y que propició un derrame hacia el barranco y posteriormente al cauce del río.


Tras el incidente, el sistema de control ubicado quinientos metros aguas abajo del punto de desagüe del barranco en el río detectó un nivel de lindano de 53 ppb, tres puntos por encima de lo permitido, por lo que se activó el protocolo de prevención.


De forma inmediata se pidió a los alcaldes, a través de una llamada desde el servicio de emergencia del 112, que paralizaran la captación de agua del río como medida de precaución.