Las estaciones invernales aragonesas ofrecerán este fin de semana a los aficionados 323 kilómetros esquiables, la mayor parte en los Pirineos, donde las últimas nevadas registradas han incrementado entre 30 y 40 centímetros el manto de nieve y han mejorado su calidad de cara a la práctica del esquí.

Las estaciones del grupo Aramón, Cerler y Formigal-Panticosa, en el Pirineo oscense, y la de Valdelinares, en Teruel, ofrecen en su conjunto 233 kilómetros de nieve y una gran parte de sus instalaciones en funcionamiento.

En Cerler se prevé que estén abiertos 19 remontes y 57 pistas, con una oferta de 66 kilómetros esquiables y espesores de nieve de calidad polvo de entre 80 y 330 centímetros.

Las 133 pistas que se prevén abrir en Formigal-Panticosa, con 36 remontes en funcionamiento, ofrecerán a los esquiadores 152 kilómetros con espesores de 120 a 270 centímetros de nieve polvo-dura.

También en los Pirineos, la estación de Candanchú plantea una oferta de 51 pistas, 16 remontes y 50 kilómetros esquiables que presentan espesores de nieve polvo que oscilan entre los 120 y los 300 centímetros.

Astún prevé abrir 49 pistas, 13 remontes y 43 kilómetros esquiables, con espesores de nieve de calidad polvo-dura de hasta 340 centímetros.

En Teruel, las 13 pistas y 12 remontes habilitados en Valdelinares permitirán disfrutar a los aficionados de 14,4 kilómetros de nieve polvo, con espesores de 120 a 200 centímetros.