"Tenemos la obligación de seguir luchando por la reapertura"

Belloch argumenta que la línea de Canfranc es una "seña de identidad" para Aragón.

Firma del acuerdo entre los alcaldes de Zaragoza y Canfranc
"Tenemos la obligación de seguir luchando por la reapertura"
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Los ayuntamientos de Zaragoza y Canfranc han firmado un protocolo de hermanamiento entre ambas poblaciones que tiene entre sus principales objetivos la reapertura al tráfico internacional de la línea ferroviaria entre España y Francia a través de Canfranc.


Así lo han puesto de manifiesto los alcaldes de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y Canfranc, Fernando Sánchez, tras firmar un documento que consolida una alianza de tono reivindicativo pero también de interés por trabajar en temas de cultura, turismo y juventud.


Los ediles han rubricado el protocolo en la casa consistorial de Canfranc y después han realizado una visita a la estación internacional, donde han comprobado el desarrollo de los trabajos emprendidos por el Gobierno aragonés para recuperar, en fases, los distintos espacios del edificio.


En su intervención, Belloch ha destacado la "enorme vocación europea" del hermanamiento suscrito entre Canfranc y Zaragoza, y ha insistido en que la reapertura de la línea internacional es uno de los "ejes centrales" de esta unión.


Transcurridos 86 años desde la inauguración de la línea y 45 desde su cierre debido a un accidente de un tren de mercancías en la parte francesa, el alcalde de Zaragoza ha destacado que ambas poblaciones tienen el "desafío" de "hacer atractivo" este eje de comunicación para conseguir su transformación en un moderno transporte de mercancías.


Ha recordado a este respecto que en noviembre de 2004 la capital aragonesa acogió la firma de la llamada 'Declaración de Zaragoza', un documento que fue suscrito por 25 alcaldes, 18 aragoneses y 7 franceses, para reclamar a los gobiernos de España y Francia la reapertura de la línea y reivindicar un eje ferroviario entre Valencia, Teruel, Zaragoza, Canfranc y la localidad gala de Pau.


Belloch ha subrayado que la recuperación de la línea constituiría un "ejemplo" de desarrollo sostenible en línea con lo preconizado por la UE, contribuiría a descongestionar los actuales pasos fronterizos con Francia, evitaría el paso de millares de camiones por el Pirineo y permitiría recuperar un patrimonio ferroviario en estado de "lamentable abandono".


Por su parte, el alcalde de Canfranc ha agradecido al de Zaragoza el "gesto de generosidad" llevado a cabo con su población mediante la firma de un protocolo de hermanamiento que tiene como "piedra angular" la promoción de la línea internacional y posibilitar su existencia en el futuro.


Fernando Sánchez ha incidido en la necesidad de dar a conocer el significado de la línea de Canfranc, en especial a las generaciones más jóvenes, a fin de posibilitar un futuro para esta comunicación ferroviaria.


"Tenemos la obligación, por nuestros antepasados, por los que se dejaron la vida en la construcción de la línea, por el presente y futuro de un Aragón moderno, por los jóvenes aragoneses y por lo que significa el mito de Canfranc, de seguir luchando hasta conseguir su reapertura", ha subrayado.


Ha destacado que el protocolo compromete a ambos municipios a colaborar en temas referidos a la cultura, el turismo y los jóvenes, y ha señalado que Canfranc, como vía de entrada a Europa "importante" para Aragón y espacio en el que confluyen el esquí, la montaña y el Camino de Santiago, "puede ofrecer muchas cosas a Zaragoza".


En un documento previo justificativo de las razones del hermanamiento, Belloch argumenta que la línea de Canfranc es una "seña de identidad" para Aragón y que estudios técnicos como el realizado por Ineco concluyen que con una inversión de 400 millones de euros se podría recuperar un eje rentable con capacidad para 3,5 millones de toneladas al año.


Destaca que este eje podría tener un efecto positivo para la exportación de vehículos que se producen en la planta de General Motors en Figueruelas, aunque expresa su malestar por la falta de "correspondencia" entre las inversiones realizadas en la parte francesa para recuperar la línea y las "pequeñas partidas" destinadas en España al mantenimiento de la vía.