El Ministerio de Hacienda ha comenzado a devolver el dinero que cobró indebidamente a las comunidades de vecinos aragonesas, al comprar gasóleo C para los sistemas de calefacción, a través del impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos, más conocido como céntimo sanitario.

Así lo confirma Miguel Ruíz, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Aragón. “El día 20 enviamos un primer paquete de solicitudes y ya lo hemos cobrado”, comenta. Para ello, han tenido que formalizar todo el papeleo requerido, como el forumlario IVMDH -disponible en la web de la Agencia Tributaria-, la relación de empresas suministradoras y las facturas de compra.

Solo en Aragón, donde más del 20% de los edificios cuentan con una instalación de calefacción por gasóleo, las comunidades de vecinos consumieron 370.000 toneladas de este combustible entre los años 2010 y 2012, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). Sin embargo, dado que el 'delito' prescribe a los tres años, ya solo se pueden reclamar los importes pertenecientes a 2011 y 2012.

Esos dos años se compraron en la Comunidad 248.000 toneladas de gasóleo, lo que supone que Hacienda debería devolver cerca de 1,5 millones de euros, a razón de 6 euros por cada mil litros, que es lo que ingresó el Gobierno con el tramo estatal del impuesto en este tipo de carburantes para calefacción (en el resto se embolsaron 2,4 euros por litro). Aragón fue una de las pocas regiones que no aplicó el tramo autonómico.

El próximo 27 de febrero se cumple un año de la famosa sentencia que declaró ilegal este impuesto, el mismo plazo que concedió el Tribunal Europeo para reclamar su reembolso, por lo que todos aquellos que todavía no lo hayan solicitado deberán darse prisa.

Miguel Ruíz calcula que la devolución media por edificio va “entre 600 y 800 euros, en función del número de vecinos y del consumo que hacen”, un ingreso extra que “viene muy bien” para las cuentas de estas entidades.

Una buena noticia que se une a la caída de precios de los carburantes, que les ha permitido gastar un 33% menos en el gasóleo para la calefacción de este invierno. De los cerca de 900 euros que debían desembolsar el año pasado por cada mil litros, han pasado a pagar apenas 600 en aquellos edificios que utilizan estos combustibles.