La larga crisis económica ha dado pie a nuevas oportunidades de negocio, muchas de ellas derivadas de las nuevas necesidades de consumidores y empresarios. La falta de capital líquido, uno de los problemas más repetidos entre las pequeñas y medianas empresas, es también uno de los más acuciantes.

Al calor de este obstáculo han florecido en toda España cientos de empresas especializadas en la compra de pagarés. "Llevamos una larga temporada en que los bancos no compran papel", explica Mayte Mazuelas, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Aragón. Ahora, decenas de empresas tratan de cubrir ese hueco.

Sólo en la ciudad de Zaragoza se pueden encontrar una veintena de delegaciones de firmas que se dedican a esta actividad -la inmensa mayoría de reciente creación-, a las que se suman otras muchas que operan exclusivamente a través de internet.

El pagaré es un título de crédito formal por el que el firmante se obliga a pagar en la fecha pactada una cantidad concreta de dinero a la persona marcada en el documento. Se acostumbra a entregar como medio de pago, normalmente ante un trabajo realizado previa presentación de una factura.

Desde 2008, además, "se han endurecido muchísimo las condiciones y se mira con lupa la facturación del negocio, su ratio de solvencia, la renta y el patrimonio personal del autónomo o empresario", apunta Mazuelas.

También han repuntado los porcentajes que se quedan las entidades financieras. A principios del año pasado llegaron a alcanzar el 14% en algunos bancos, si bien ahora se han moderado y rondan el 8%. Las diferentes empresas privadas consultadas ofrecen descuentos de lo más variado, desde pellizcos mínimos (3%) hasta otros que rozan lo abusivo (20%).

La importancia de poder colocar pagarés sin excesivas complicaciones radica en que el interesado tiene acceso a dinero líquido con el que puede pagar a proveedores,gastos comunes como la gasolina o el transporte y afrontar los gastos fijos mensuales (electricidad, nóminas...).

Pagar el IVA por adelantado

Otro aspecto que se suele sufragar con los pagarés es el IVA de facturas que se han hecho, pero todavía no se han cobrado.

"Eliminar el pago del IVA por adelantado es una de las peticiones que los autónomos y empresarios llevamos años haciendo y que el actual Gobierno llevaba en su programa electoral, aunque todavía no se ha cumplido", critica Mazuelas.