El aragonesista Javier Allué deja su cargo en el Gobierno por sus discrepancias con Biel

El director general de Relaciones Institucionales, que lidera el sector crítico del PAR, sigue en la ejecutiva del partido.

Javier Allué en las Cortes
El aragonesista Javier Allué deja su cargo en el Gobierno por sus discrepancias con Biel
ASIER ALCORTA

El director general de Relaciones Institucionales y con las Cortes del Gobierno de Aragón, el aragonesista Javier Allué, dejó este martes el cargo tras las discrepancias mantenidas en los últimos meses con el presidente de su partido y del Parlamento aragonés, José Ángel Biel.


Allué hizo oficial su renuncia en una carta dirigida al consejero de Presidencia en la que agradecía la confianza depositada en él y no especificaba los motivos de su marcha. Su cese se hará efectivo en el próximo Consejo de Gobierno de la DGA.


Allué es el segundo cargo del PAR que deja el Ejecutivo autonómico en esta legislatura, tras el adiós del también director general (de Vivienda), Rogelio Silva, en septiembre de 2012, por los recortes habidos en su área y las diferencias manifestadas con la propia línea de su partido.


Miembro de la Ejecutiva del PAR, Allué fue también vicepresidente del mismo desde 2000 y hasta 2004. Actualmente es vicepresidente del comité intercomarcal de Zaragoza. Con un amplio respaldo orgánico en esta provincia, en los últimos meses se había erigido en cabeza visible del sector crítico.


Muy molesto por el funcionamiento interno del partido y la no convocatoria de sus órganos, sus peticiones de renovación habían sido constantes y acabaron por distanciarlo y enfrentarlo al presidente de la formación aragonesista, José Ángel Biel.


Allué siempre defendió, en contra de la Presidencia del PAR, la necesidad de convocar el congreso de la renovación del partido antes de las elecciones autonómicas y municipales.


También cuestionó las primarias convocadas por Biel para elegir a los candidatos para la DGA y las tres capitales, y denunció errores, aunque finalmente se presentó como el candidato «del cambio» frente al aspirante oficialista, el consejero de Industria Arturo Aliaga, y Jesús Alijarde, vinculado al sector del portavoz parlamentario, Alfredo Boné.


Aliaga ganó la consulta con holgura, ya que obtuvo un 57,1%, pero el respaldo del 30% le dio pie a a Allué para insistir en que un porcentaje "muy alto" de militantes demandaban dar un giro al partido. "O generamos un cambio profundo", defendió en la presentación de su candidatura, "o no vamos a conseguir acercarnos a la sociedad aragonesa".


En las últimas semanas eran públicas y notorias sus diferencias con el presidente del partido y su cada vez mayor distancia con el devenir de la formación aragonesista, aunque su renuncia cogió por sorpresa a cargos y militantes, y al propio gabinete del Gobierno. Allué deja su responsabilidad en la DGA, pero seguirá en la Ejecutiva del partido, de igual modo que Rogelio Silva.


Al frente de la dirección general de Relaciones Institucionales y con las Cortes, fue quien introdujo la herramienta de control y seguimiento de las iniciativas parlamentarias. Antes que director general, Allué fue concejal del Ayuntamiento de Ejea y diputado en las Cortes de Aragón durante tres legislaturas. En dos de ellas ejerció de portavoz del grupo parlamentario aragonesista.


Su dimisión se produce a escasos cinco meses de las elecciones. Populares y aragonesistas no avanzaron ayer si habrá relevo y un nuevo nombramiento o sus funciones serán asumidas por alguien del gabinete. La dirección general tiene que preparar todo el operativo de las elecciones.