​Cruces de oro, gargantillas, anillos y pulseras: el bazar de la Seguridad Social en Aragón

La crisis multiplica los embargos de bienes e inmuebles en todo el territorio nacional.

Desarrollo de una subasta en Aragón
​Cruces de oro, gargantillas, anillos y pulseras: el bazar de la Seguridad Social en Aragón

El 'botín' del Estado procedente de embargos no ha dejado de crecer a lo largo de los últimos años. La tesorería general de la Seguridad Social se ha cobrado en especie miles y miles de deudas en todo el país, unos compromisos con la hucha común que se han acabado pagando a través de inmuebles, joyas, vehículos y todo tipo de bienes.


El oro ha sido el elemento estrella a la hora de cumplir con las obligaciones económicas con el Estado. Basta echar un vistazo a las próximas subastas en la capital aragonesa para toparse con todo tipo de alhajas: cruces de oro, anillos con perlas y diamantes, pendientes de oro blanco y brillantes (los más caros, con un precio de salida de 3.102,50 euros, llevan perlas australianas incrustadas).


Tampoco faltan las alianzas matrimoniales, los relojes de oro y los grandes lotes de abalorios, e incluso marcos para fotografías bañados en plata.

En estos momentos, la Comunidad busca dar salida a un total de 190 lotes procedentes de deudas, donde juegan un importante papel los vehículos. En las tres próximas subastas se intentarán colocar diez coches, furgonetas e incluso camiones. El más caro de ellos, aparcado en Zaragoza, está valorado en unos 20.000 euros.


Las empresas aragonesas también han sufrido en sus carnes los embargos de todo tipo de bienes. En estos momentos, el listado en la Comunidad da cobijo a máquinas embotelladoras, motosierras, toros mecánicos, planchas, prensas hidráulicas, ordenadores e impresoras. El bien mueble más caro se vende en Huesca y se trata de unos depósitos para vino valorados en casi 300.000 euros.


Terrenos y fincas


Asimismo, a lo largo de los meses de enero y febrero se van a subastar varios terrenos y fincas en la Comunidad aragonesa. Diez de ellas son rústicas, la mayoría de secano (la más cara, ubicada en Osera de Ebro, es de regadío) y en la provincia de Zaragoza. Sólo una de ellas arrastra una carga.


Entre las fincas urbanas (hay nueve en toda la Comunidad), la más cara se encuentra en la calle Ildefonso Manuel Gil de Zaragoza. Cuesta 133.208,69 euros, aunque lleva consigo una carga de 73.977,77 euros.


¿Quién puede participar en las subastas?


Puede participar toda persona física, con excepción del personal de la Unidad de Recaudación Ejecutiva, los tasadores, los depositarios de los bienes y los funcionarios directamente implicados en el procedimiento de apremio. Cualquier persona, por sí o por medio de representante, que posea la capacidad de obrar con arreglo a derecho y no mantenga una deuda con el fisco, puede pujar.


En caso de que las subastas queden desiertas, los inmuebles pasan a formar parte de un proceso de venta directa. En muchas ocasiones experimentan unas rebajas sustanciales en el precio.