"Vemos alumnos que se desmatriculan de materias para ponerse a trabajar"

Aumentan los expedientes económicos recogidos por la defensora universitaria: 26 el curso pasado.

Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza
"Vemos alumnos que se desmatriculan de materias para ponerse a trabajar"
Heraldo

La subida de tasas, el endurecimiento en el acceso al sistema de becas y el aumento de la brecha social entre quienes más y menos tienen están intensificando los problemas económicos en la comunidad universitaria. Así lo pone de manifiesto el informe anual que presentó este martes la defensora universitaria en el campus público aragonés, que abrió a lo largo del año pasado y a instancias de los estudiantes un total de 26 expedientes relacionados con estreches económicas.


Según recoge la memoria,varios alumnos tuvieron que renunciar a matricularse en asignaturas. "Uno de los aspectos que más ha afectado es el incremento en el precio del crédito en las segundas matrículas y sucesivas. Ahora se dan casos de alumnos que llegan a la cuarta matrícula y tienen que pagar hasta 1.000 euros solo por una asignatura", explica María José Rabanaque, que ostenta el cargo desde el curso pasado.


El número de expedientes con trasfondo económico creció respecto al curso anterior, cuando se sumaron un total de 19. "También estamos viendo cómo bastantes alumnos nos plantean desmatricularse de materias porque tienen que ponerse a trabajar a mitad de curso, muchas veces en trabajos en los que ni siquiera tienen contrato", apunta Rabanaque, que considera esta problemática "un fenómeno al alza".


En el historial de expedientes tramitados por la defensora se detallan los casos marcados por la coyuntura económica. En varios de ellos se explica la imposibilidad de algunos alumnos de convalidar varias asignaturas por no disponer en ese momento de liquidez. "Hay casos en que les resulta más barato matricularse de nuevo que completar la convalidación", precisa la defensora.


Otro problema que sigue repitiéndose son los casos de abandono, un problema sobre el que Rabanaque ya puso el acento el año pasado. "Es difícil cuantificarlos, porque muchos de ellos no nos llegan, pero sí los percibimos de manera indirecta", apunta.


232 reclamaciones de estudiantes


Durante el curso pasado, la oficina de la defensora universitaria atendió 232 reclamaciones o solicitudes promovidas por los estudiantes, lo que equivale al 71% del total de las presentadas. Las reclamaciones más habituales fueron las relacionadas con la actividad académica (165), seguidas por las asociadas a problemas económicos (26), con la actividad administrativa (23) y las de vida universitaria (18).


Considerando grandes apartados, destaca un aumento importante, respecto al curso anterior, de las solicitudes relacionadas con problemas administrativos y vida universitaria.


Peticiones de todo tipo


La actividad de la defensora recoge numerosas solicitudes de tipo académico. Uno de los motivos más repetidos a la hora de pedir su intervención fue la aplicación de criterios de evaluación diferentes a los que constan en las guías docentes. También hubo estudiantes que consideraron que el nivel de exigencia de las pruebas era superior al impartido durante el curso.


Otra problemática detectada atañe a la evaluación y calificación de prácticas en grado, máster y en algunos 'prácticum'. Las quejas se refieren a la falta de concreción en los criterios de evaluación contemplados en la guía docente y a la dificultad para la revisión de las calificaciones en estas materias.