"La beca de comedor es necesaria para que mi hija haga una comida completa al día"

El Justicia da la razón a una madre sola y pide a la DGA que cambie los requisitos de las becas de comedor.

Imagen de archivo de un comedor escolar zaragozano
"La beca de comedor es necesaria para que mi hija haga una comida completa al día"

Patricia Mallén, madre sola zaragozana de 29 años, está en el paro y cobra el subsidio de desempleo (426 euros). Se ha acostumbrado a no cenar -para ahorrar- y hace equilibrios imposibles para llegar a fin de mes. El pasado verano solicitó la beca de comedor para su hija, de 6 años, y le fue denegada por superar los umbrales de renta. Presentó una queja al Justicia de Aragón, que ahora le ha dado la razón y pide a la DGA que cambie los requisitos de las ayudas de comedor.


En septiembre, tras la queja presentada al Justicia, Patricia recibió aviso de que su hija tendría una de las becas de comedor que paga el Ayuntamiento de Zaragoza para los casos que se han quedado fuera de la convocatoria del Gobierno de Aragón. Ella está aliviada porque su hija puede comer bien una vez al día y está contenta con la respuesta del Justicia de Aragón. Pero reclama más ayudas y que cambien las condiciones de las becas de la DGA.


"Estoy contenta con la respuesta del Justicia, que me da la razón y pide un cambio en la normativa. Es muy injusto que con mi situación no tuviera derecho a una beca de comedor del Gobierno de Aragón. Esta beca es imprescindible para que mi hija haga una comida completa y equilibrada al día. Los niños necesitan comer carne, pescado, verduras... Y con mis ingresos no puedo permitirme comprar de todo", afirma Patricia.


Su solicitud de beca de comedor fue rechazada por superar los umbrales de renta establecidos en la convocatoria: el IPREM, 6.390 euros anuales por familia, o sea, 533 euros al mes. El Departamento de Educación tiene en cuenta los datos fiscales de dos años atrás. En 2012, Patricia estaba de baja en su puesto de dependienta y cobraba 620 euros al mes. Poco después fue despedida. Lleva más de dos años en paro (salvo algún empleo puntual de pocas horas en verano), viviendo con 426 euros al mes. Pero la DGA no tiene en cuenta su situación económica actual, sino la de hace dos años."La situación cambia mucho en dos años"

"Estimamos que es excesivo que se valore la situación económica de hace dos años. En este tiempo puede haber cambios muy negativos en la situación socioeconómica de las familias. Se debería hacer constar la posibilidad de rectificar la valoración inicial si los interesados justifican fehacientemente que su situación ha empeorado", sugiere el Justicia al Departamento de Educación, en un informe publicado la semana pasada.


El Justicia también pide que se tenga en cuenta la situación de especial vulnerabilidad de las familias monoparentales. Y que se equipare el tratamiento que reciben las familias con ingresos inferiores al IAI con el de las perceptoras de la cuantía máxima de esta ayuda. En las últimas dos convocatorias de becas, los perceptores del IAI y las familias numerosas han tenido una pequeña ventaja frente al resto.


Esta sugerencia del Justicia también ha sido bien recibida por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR), que ha criticado duramente los requisitos de las becas de comedor, que califica de "injustos" y "excluyentes". "El Justicia también pide que se tenga en cuenta la situación económica actual y no la de hace dos años. Este caso es un ejemplo de una situación injusta que afecta a mucha gente", afirma FAPAR. Está pendiente la resolución judicial de dos recursos contencioso-administrativos presentados por la Plataforma por la Defensa de la Escuela Pública de Zaragoza, FAPAR y el Colegio de Trabajadores Sociales de Aragón contra las dos últimas convocatorias de becas."Faltan más ayudas"

La hija de Patricia tiene finalmente este curso beca de comedor del Ayuntamiento de Zaragoza y media beca de libros del Gobierno de Aragón. "Dicen que la educación pública es gratuita, pero no es cierto", se lamenta. La ayuda de libros que le correspondió es de 80 euros y el coste de los libros y material escolar ha sido de 250.


Mientras busca empleo, Patricia y su hija sobreviven con el subsidio de 426 euros. Ha negociado con el banco para que le rebajen la cuota de la hipoteca a 170 euros. Ha recibido alguna ayuda puntual de Cáritas, Cruz Roja y los servicios sociales del Ayuntamiento para la luz o comida. Aun así, los números no le cuadran. Está pendiente de que diagnostiquen a su hija como una alumna de altas capacidades. Hasta ahora, las consultas médicas privadas para su hija por este motivo las ha pagado ella. Debe un par de recibos del IBI y de la luz, y reclama más ayudas para familias monoparentales como ella.