La deuda con Tuzsa dispara el retraso de las facturas pendientes de pago a 255 días

Si no se computanlas certificaciones impagadas a la antigua contrata, que suman 23,1 millonesy están recurridas, la demora baja a 114 días.

La decisión del Ayuntamiento de Zaragoza de no abonar 23,1 millones de euros a la antigua contrata del bus, Tuzsa, a la espera de un recurso judicial, sigue lastrando los índices de morosidad municipales. Así lo constata el informe sobre el periodo de pago correspondiente al tercer trimestre del año, que confirma que la demora media ha superado su propio récord de 241 días registrado en junio: ahora se han alcanzado los 255,52. Frente a este dato, las facturas que sí se han atendido han logrado una mejora en el resultado, al pasar de 118,57 días a 84,28.


Estos son dos de los principales datos que recoge el informe oficial de morosidad, que se envía al Ministerio de Hacienda y que computa la demora desde la fecha de presentación de la factura. El Ayuntamiento no solo rechaza este método de cálculo, sino que considera que no se pueden incluir las facturas de Tuzsa, dado su pago está pendiente de sentencia judicial. A su juicio, "distorsionan" la media y la realidad del periodo de pago municipal.


El gobierno local esgrime que se debe aplicar la nueva fórmula del Ministerio de Hacienda, que computa el periodo de pago desde su autorización (existe un margen de 30 días que no cuenta para autorizar el pago y no incluye gastos de años anteriores). Por eso, se aferra al informe de las facturas pagadas en septiembre, que da un retraso de 27,45 días (Ayuntamiento y sociedades), dentro de la ley de morosidad.


Al margen de esta discusión, con el sistema anterior, que por ahora es el único que ofrece datos comparables, se advierte una evolución positiva en los índices de pago de los últimos trimestres, aunque no hay una mejora respecto al mismo periodo del año anterior. Se ha pasado de los 146,16 días con que concluyó 2013 a los 118,57 días de junio. El tercer trimestre se cerró con un retraso de 84,28 días, frente a los 83,75 de septiembre de 2013. En total, durante estos tres meses se abonaron 3.862 facturas por valor de 57,12 millones de euros. De esta cantidad, 9,39 millones estaban dentro del periodo legal de pago, mientras que 47,7 estaban fuera.


Más llamativa es la situación de las facturas pendientes, que han registrado un vertiginoso aumento en su demora media. La causa es la decisión del Ayuntamiento de no abonar 23,1 millones en certificaciones a Tuzsa, fruto de un recurso judicial por lesividad impulsado por el Ayuntamiento, que considera que pagó de más.


Si se computan esas facturas de Tuzsa, el retraso es de 255,52 días, según consta en el documento, el registro más alto desde que se publican este tipo de estudios. Lo mismo ocurre con la demora que acumulan las facturas con más de tres meses esperando a su reconocimiento, que por el mismo motivo se siguen disparando hasta alcanzar los 471,26 días.


Pese a tener una contundente sentencia en su contra, que concluye que no hay motivo para la lesividad, el Ayuntamiento ha decidido recurrir, por lo que insiste en que no se pueden tener en cuenta esos gastos pendientes hasta que no haya decisión judicial firme, tal y como refleja el informe del interventor. Pese a todo la deuda existe y conforme sigue pasando el tiempo sigue acumulando intereses de demora mientras llega la sentencia judicial.


No en vano, en este informe de morosidad del tercer trimestre, por primera vez, se excluyen esas facturas a la antigua contrata del bus. Sin contar las deudas a Tuzsa, el retraso que acumulan las facturas impagadas baja a 114,83 días. Excluyendo esos 23,1 millones de euros, el Ayuntamiento de Zaragoza acumula 2.432 facturas pendientes de pagar por valor de 39,4 millones de euros. De esta cifra, 1.873 de estos gastos (23,15 millones) todavía se podrían abonar dentro de los márgenes legales, mientras que 559 (16,3 millones) ya están fuera de plazo.


Intereses abonados


El informe del tercer trimestre también cita los intereses de demora abonados durante ese periodo. En concreto, los retrasos a la hora de pagar han supuesto un sobrecoste de 16.843 euros. Es una cifra discreta, si se compara con otros trimestres. Pero a estas alturas del ejercicio y tras el varapalo que hubo que asumir en el segundo trimestre con 1,11 millones en intereses de demora, en lo que va de año se ha destinado a este concepto una cifra mayor a la del mismo periodo de 2013.