El agua que sale de la potabilizadora de Santa Eulalia también está contaminada

El viernes se prohibió beber por los restos de lindano en la red municipal, según la DGA, pero los últimos análisis de Salud Pública dan valores excesivos tras pasar por los filtros.

Dos vecinas de Santa Eulalia leen el bando que informa de la prohibición de beber del grifo.
El agua que sale de la potabilizadora de Santa Eulalia también está contaminada
Rafael Gobantes

?El problema no está solo en la red de abastecimiento urbano de Santa Eulalia de Gállego, donde desde el viernes pasado vuelve a estar prohibido beber por los niveles excesivos de lindano en el agua que sale por los grifos, y que procede del río Gállego. Pese a que los departamentos de Medio Ambiente y Sanidad del Gobierno de Aragón han sostenido desde entonces que esta incidencia se debía a los restos del pesticida presentes en las tuberías -cuyo mantenimiento es competencia municipal-, los análisis de las muestras tomadas por Salud Pública el lunes a la salida de la potabilizadora han detectado que también allí se exceden los niveles máximos permitidos de alfalindano. Frente a los 0,10 microgramos por litro de agua autorizados, se registraron 0,13. Mientras, en la fuente pública, otro de los puntos que se controlan, también se ha observado un incremento de la concentración.


Ante estos nuevos datos, el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, se mostró ayer "muy sorprendido" por la extensión del problema a la toma de agua, si bien destacó que "los análisis salen bien" en el resto de los pueblos de la cuenca del Gállego donde también se prohibió beber durante semanas por la contaminación del río. "Es un asunto muy puntual", reiteró, al tiempo que informó de que los técnicos del Instituto Aragonés del Agua (IAA) trabajaban ya en determinar por qué ahora no es potable el agua que sale de la potabilizadora, tras pasar por dos filtros de carbón que absorben el lindano y que se instalaron, como en el resto de localidades afectadas, a raíz del estallido de la crisis.


Hoy el IAA tomará nuevas muestras para ver si se mantienen los niveles excesivos o han vuelto a la normalidad, pero de momento una de las hipótesis es que se haya producido un desajuste en los citados filtros. En los últimos datos de que dispone el Instituto, del pasado jueves, no se observaba ninguna incidencia en las tres muestras que se toman en la planta, donde el nivel máximo detectado en las analíticas de las últimas semanas era de 0,08, explicó el director del IAA, Alfredo Cajal.


El alcalde, José Antonio Casaucau, que recibió el aviso de Salud Pública ayer por la mañana, volvió a mostrar su malestar por la gestión que el Gobierno de Aragón está haciendo de la crisis. "No podemos estar pendientes de si llueve o no para abrir el grifo", dijo en alusión a los repuntes de contaminación en el río por las precipitaciones en la zona del vertedero de Bailín, foco del problema.


"Nadie toma el mando"


Criticó la información facilitada a los ayuntamientos afectados y reclamó "un interlocutor único" ante la falta de coordinación que observa entre los departamentos de Medio Ambiente y Sanidad. Ayer mismo, Casaucau advirtió a los responsables sanitarios de que impedirá el acceso a la potabilizadora y clausurará las fuentes si no les entregan los datos detallados de los análisis, incluyendo los de este verano, "para poder estudiarlos".


También pedirá al consejero de Política Territorial, Antonio Suárez, que convoque una nueva reunión con los alcaldes, todas las áreas de la DGA implicadas y la Confederación Hidrográfica del Ebro. "Nadie toma el mando -denunció- y parece que cada uno va por su lado". Y se preguntó: "Si lo que es gratis no lo hacen, ¿cómo vamos a confiar en que harán unas obras (de abastecimiento alternativo) que cuestan millones?".


Por otra parte, el diputado autonómico de CHA Joaquín Palacín consideró ayer que la ausencia de compromisos de inversión por parte de la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para paliar la contaminación "demuestra que a Madrid le importa poco" y que el Gobierno aragonés "no tiene capacidad ni para convencerles ni para presionarles".