La oposición critica unas cuentas que Oliván califica de "realistas"

El consejero echa mano del pragmatismo y reconoce que los presupuestos de 2015 no tienen nada de "electoralistas".

No hubo grandes sorpresas ayer en la comparecencia del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván. La oposición criticó con dureza (por insuficientes y carentes de credibilidad) las cuentas que presentó en las Cortes y él se escudó en la situación económica en que se enmarcan los presupuestos del año próximo. Oliván afirmó (contestando a la diputada de CHA Carmen Martínez) que los presupuestos no son nada "electoralistas": "Son realistas -dijo-, con unos recursos que son limitados, con los que se quiere responder a las necesidades, no a las demandas".


Entre los aspectos más destacados de todos cuantos desgranó -"a velocidad supersónica", le recriminó Patricia Luquin, diputada de IU- llamó la atención los 4,5 millones menos que prevé para gasto farmacéutico y los 2 millones de aumento que incluirán las cuentas del año próximo para el IAI (salario social). El diputado socialista Eduardo Alonso cogió el guante de este último dato y le recordó que era un reconocimiento implícito de que esta partida (que este año ascendió a 28 millones de euros y que será de 30 para el próximo) se quedó corta en 2014. "Lo peor es que llegan tarde -dijo-, ya que para el año próximo será necesario más dinero para atender a las familias necesitadas".


En cuanto a lo presupuestado para gasto en medicamentos, Oliván aseguró que esta rebaja no significa que se esté pensando en copagos sanitarios o en que los usuarios tengan que pagar fármacos porque vayan a dejar de estar financiados por Sanidad. El consejero argumentó que tanto estos recortes como el mantenimiento de otras partidas (que son prácticamente calcadas a las de este año) se harán en base a un control de las compras y a un servicio eficiente, dentro de la aplicación de la ley.


La oposición atacó también con dureza el capítulo de inversiones en infraestructuras sanitarias que plantean los presupuestos de 2015. Sobre todo, la partida que Oliván prevé para la construcción del hospital de Teruel: 23 millones de euros. PSOE, IU y CHA consideraron una "tomadura de pelo" esta cuantía y le dijeron al consejero que lo mismo podía poner 23, 30 que 50, puesto que luego no se ejecutan. Estas inversiones -"que no se creen", dijo Martínez (CHA)- llevaron a los parlamentarios de IU (Luquin) y PSOE (Alonso) a asegurar que los presupuestos "no tienen credibilidad".


El único apoyo que recibieron las cuentas del Gobierno llegó del PAR y del PP. Manu Blasco (PAR) reconoció que, pese a que "posiblemente sean insuficientes y mejorables", la realidad "es la que es" y los presupuestos posibilitan "el mantenimiento de una sanidad de calidad".