El sector agrario aragonés ya ha perdido más de 5 millones de euros a raíz del veto ruso

El cierre de las fronteras rusas ha comprimido el mercado exterior, que está intentado encontrar nuevas vías fuera de Europa.

Los productores de fruta en Aragón pierden un 35% de su renta por el veto ruso
El sector agrario aragonés ya ha perdido más de 5 millones de euros a raíz del veto ruso
Efe

El pasado 8 de agosto, Rusia devolvía el golpe a las sanciones internacionales por su intervención en Ucrania dando de lleno en una de las líneas de flotación de la economía de sus vecinos europeos y de Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón y Noruega. El mercado ruso, uno de los que más había crecido en consumo en los últimos años, cerraba sus fronteras a la importación de buena parte de los productos del sector agropecuario.


Las restricciones a la compra de carne de vacuno y de cerdo; aves, embutidos, los productos lácteos; las verduras y tubérculos y sobre todo las frutas no tardaron en tener una incidencia directa en Aragón, donde en los últimos años agricultores y ganaderos habían obtenido buena parte de su renta exterior enviando productos hacia Moscú. Un varapalo que llegó con la campaña de la fruta ya prácticamente finiquitada y que ahora, tres meses más tarde, ya ha dejado sus primeras huellas en la balanza económica del sector en la Comunidad.


Según los últimos datos de aduanas, el sector agrario aragonés exportó durante el pasado mes de agosto casi 6 millones de euros menos que el año anterior. Un desfase que en las cuentas del mercado internacional apenas son achacables a Rusia, pero que se notan en estados que servían de puente entre los productos aragoneses y el país de los Urales. “Mucha de la fruta que salía de Aragón era gestionada después en países como Holanda, o transportada por Polonia o Alemania, por lo que no contabilizan como exportaciones directas a Rusia”, explica David Solano, responsable de mercados de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga), que cree que las pérdidas de aquí al final de año podrían oscilar entre un 10 y 15% sobre el total.


Así, durante el primer mes con las fronteras cerradas, y en un año en el que la producción ha sido la habitual en la mayoría de los subsectores, las exportaciones del sector primario desde Aragón han caído un 10% hacia Alemania, hasta una tercera parte con respecto a Francia, y un 25% con Polonia. Pérdidas todas ellas que además de encontrar su causa en el tajante cierre de las fronteras rusas, también se debe al empequeñecimiento del mercado europeo. “Al igual que aquí se ha tenido que tirar mucha fruta o buscar salida bajando los precios, en los otros países ha pasado lo mismo”, señala Solano.A la búsqueda de mercados alternativos


Con el mercado ruso aún cerrado y sin visos de abrirse de nuevo -en principio, las restricciones durarán un año- las primeras estimaciones que situaban las pérdidas entre 10 y 20 millones de euros al año parecen empezar a quedarse cortas. “El camino pasa por buscar nuevos mercados, pero el problema es que la agricultura y la ganadería necesitan estabilidad. En los últimos años se había perfilado el sector para satisfacer la demanda de países como Rusia plantando mucho paraguayo y otras frutas de hueso, y si esa puerta se cierra definitivamente los cultivos y las explotaciones deberán volver a cambiar de productos”, comenta el representante agrario.


Desde la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Aragón, la otra parte más perjudicada por el órdago ruso, se valora que “pese a ser pronto aún para cuantificar las pérdidas”, se debe empezar a pensar ya en abrir nuevos mercados que den salida al excedente que genera este problema. “Trabajar los mercados requiere mucho tiempo, y seguramente hasta dentro de varios meses no sabremos cómo se ha salido de esta situación, que ha pillado descolocado a todo el mundo”, explica su presidente, Ignacio Domingo.


Por el momento, las opciones pasan por seguir abriendo mercado en el creciente continente asiático y afianzar las relaciones con los países árabes, importantes consumidores de productos que, no obstante, aún siguen siendo un tanto inestables. Sin ir más lejos, si bien las exportaciones a países como Arabia Saudí o Kuwait han crecido exponencialmente, este verano los envíos a otros importantes centros como Emiratos Árabes Unidos han caído de forma importante. “Cuando ocurrió la Primavera Árabe nosotros salimos bastante beneficiados de todo aquello porque al parecer se quedaron desprovistos. A partir de ahí las exportaciones hacia el Magreb han seguido siendo más o menos constantes, pero otros estados son más volubles”, explica Solano, quien cree que al igual que con la revueltas del 2011 los ganaderos españoles salieron beneficiados, ahora serán otros mercados los que estén sacando punta a la nueva circunstancia rusa.Hasta un 35% de pérdidas para los agricultores


Pero más allá del tablero de los mercados internacionales, donde se está notando de forma cercana el cerrojo ruso es en las explotaciones y campos aragoneses. Esta misma semana Uaga señalaba que un productor de fruta medio ha perdido hasta un 35% de su renta anual debido al cierre de fronteras y el consiguiente descenso de los precios.


Al hilo de esto, este viernes el Consejo de ministros de la UE acordó no tocar por el momento el Fondo de Garantía Agrícola (Feaga) para repartir las ayudas comprometidas a los agricultores con motivo del veto, cifradas en algo más de 340 millones, que se sacarán de otra partida presupuestaria al entenderse que “la crisis causada por el veto no ha sido provocada por el mercado agrícola, sino que se debe a una crisis política”, por lo que los 28 no han considerado oportuno sacar de los propios fondos agrícolas el dinero que se destinará a resarcir a los agricultores.