Fracasa la desinversión en empresas participadas

El consejero de la Corporación admite que es "difícil" encontrar compradores para las acciones
del Gobierno

El consejero delegado de la Corporación Empresarial Pública de Aragón, Mario Varea, admitió ayer que le está resultando "difícil" encontrar inversores que quieran asumir la participación del Gobierno aragonés en determinadas empresas en las que se ha decidido desinvertir, en cumplimiento del plan de reestructuración. 


Varea compareció ante la comisión de Economía de las Cortes y reconoció que se han encontrado "un muro" en los socios privados para hacer posible esta desinversión y que es "difícil" dar con "alguien inocente" que adquiera estas participaciones, sobre todo en aquellas en las que las acciones del Ejecutivo son solo del 5 o del 6% y existe, por ejemplo, un socio mayoritario con el 70% de ellas.


Según dijo, se ha logrado desinvertir en 44 empresas de las 68 en las que se pretendía desinvertir; están en su última fase de gestión otras 4 operaciones y en un proceso avanzado de negociación otras 15. No obstante, defendió el cumplimiento del plan de reestructuración en otros de sus aspectos, y recordó que éste se ha cumplido al 65%, en tanto en cuanto su objetivo era pasar de 103 empresas públicas o participadas a 35, y en la actualidad se ha conseguido que ésta sean ya sólo 60. El plan, agregó Varea, ha permitido ahorrar quince millones de euros en tres años, sobre todo por la amortización de algunos puestos directivos y por la aplicación del expediente de regulación de empleo de Sarga.


Todos los grupos de la oposición censuraron la deuda que acumula la corporación, de 94 millones de euros en 2011; 99 en 2012 y 98 en 2013. Unas cifras que su opinión demuestran que el "mito de la buena gestión del PP se cae por su propio peso".