El Congreso de las Comunidades Aragonesas del Exterior reúne desde este jueves en Zaragoza a los cerca de 60 centros que Aragón tiene en el exterior. El encuentro, que tiene como sede la sala de la Corona del Edificio Pignatelli, es un punto de encuentro en el que se abordan temas como el folclore, el derecho foral aragonés, la vecindad civil aragonesa o el patrimonio inmobiliario de las Casas y Centros de Aragón en el exterior, entre otros aspectos.

En el congreso participan Casas de Aragón de diferentes comunidades autónomas y también de países como Chile, Brasil, Venezuela, Cuba, Bélgica, Francia, Andorra y Argentina. La comunidad aragonesa de argentina es una de mayor presencia en esta cita, representada por los centros de Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, La Plata, Córdoba y Mendoza. Dos de los participantes argentinos en este congreso son Fernando Hermida Nivela, presidente del Círculo de Aragón de Buenos Aires, y Pilar Iris Arraztoa Bordetas, vicepresidenta del centro. Ambos tienen ascendencia aragonesa: Murillo de Gállego, en el caso de Fernando Hermida y Lorbés, en el caso de Pilar Iris Arraztoa. En su visita a la capital aragonesa, el presidente del centro aragonés en Buenos Aires desveló algunas de las claves del arraigo aragonés en la ciudad porteña:

¿En que situación se encuentra el Círculo de Aragón de Buenos Aires? ¿Qué necesidades tienen actualmente?

En realidad estamos ante un problema futuro bastante interesante porque no tenemos afluencia de gente nueva, sobre todo jóvenes. La mayoría del público, socios o asistentes son mayores, aunque sí hemos notado una oleada de jóvenes aragoneses, producto de la crisis, que ha llegado a Buenos Aires en busca de trabajo. Tenemos que ver de qué manera se les puede atraer o pueden participar del centro como punto de reunión para ellos.

¿Qué apoyo reciben por parte del Gobierno de Aragón?

Hasta ahora hemos tenido apoyo y agradecemos que se haya mantenido la ayuda.  A partir de ahora veremos qué plan o qué intenciones tiene el Gobierno en este nuevo futuro. Somos cautos en eso.

¿Qué papel desempeñan las Casas de Aragón en el extranjero?

En nuestro caso, el año que viene será muy especial porque cumplimos centenario. Esperamos poder festejarlo y que autoridades y miembros de la comisión permanente de Comunidades Aragonesas del Exterior puedan venir y participar también. Creo que 100 años, en el contexto de la colectividad española es un hito muy importante, aunque somos un número reducido en comparación con otras regiones españolas. En total, hay 2.500 aragoneses y descendientes de aragoneses en Argentina. Nuestra labor es atraer a las nuevas generaciones de descendientes y dar con ellos. Con todos los que hemos contactado nos hemos dado cuenta de que no exteriorizan demasiado su procedencia aragonesa, pero cuando se les encuentra se sienten realmente orgullosos de sus origen. En ese sentido es interesante que se debata sobre la propuesta que se hizo hace un par de años de implantar un registro voluntario de ciudadanos aragoneses emigrados.

¿Qué actividades realizan en el Circulo de Buenos Aires para mantener el arraigo?

Es difícil porque las distancias en nuestra ciudad son muy grandes. Contamos con un grupo de teatro, un grupo coral y un grupo folclórico. A lo largo de la historia del Círculo de Aragón el folclore ha sido el atractivo mayor para la gente, la jota en Buenos Aires no es un Bien de Interés Cultural inmaterial pero atrae mucho y entusiasma.

¿Cuándo se formó el grupo folclórico?

En el año 1953. Tenía rondallas que actuaban esporádicamente en Buenos Aires y colaboraban con la casa. En 1960 lograron formar un rondalla, luego hubo vaivenes pero a raíz del viaje que realizamos en 2000 rearmamos todo y desde entonces rondalla y baile van de la mano.

El centro que usted preside en Buenos Aires está muy ligado a la figura de Marcos Zapata...

Si bien no es de los fundadores del centro en sí, en los antecedentes, desde 1894, fue quien aglutinó a sus paisanos en Buenos Aires. Pero no tenemos documentación al respecto salvo una mención de que Zapata realmente estuvo por allí.

Pilar Iris Arraztoa y usted son argentinos aragoneses, ¿de dónde descienden sus familias?

Mis cuatro abuelos son españoles pero solo uno era aragonés, de Murillo de Gállego, y parte de la familia de Pilar Iris desciende de Lorbés. 

¿Las Casas de Aragón en el extranjero, son como una embajada para los aragoneses?

Hemos tenido la oportunidad de recibir a turistas aragoneses que han pasado por allí e integrantes de otras centros regionales que han venido y realmente se les atiende de la mejor manera. También han pasado profesionales de la medicina, abogados, artistas... El pasado año contamos en la Feria del Libro con  la presencia del músico y poeta Ángel Petisme. Intentamos acoger a todo los aragoneses que pasan por allí para que conozcan nuestra casa.