​Casi 2.000 familias aragonesas han perdido el derecho al bono social de la luz desde 2011

El Gobierno central ha modificado las condiciones de acceso a la ayuda.

Los consumidores pagarán un precio distinto por la energía eléctrica en función de la hora a la que la utilicen.
​Casi 2.000 familias aragonesas han perdido el derecho al bono social de la luz desde 2011
Heraldo

Junto a la entrada en vigor de la Tarifa de Último Recurso en julio de 2009, El Ejecutivo central puso en marcha el bono social eléctrico, un mecanismo creado para facilitar el pago del recibo a los integrantes de determinados colectivos vulnerables. La medida, que se planeó "para beneficiar a unos cinco millones de consumidores", jamás llegó a alcanzar las cotas planteadas. 


De hecho, apenas se ha llegado a adjudicar la mitad de las ayudas. Fue en 2011, con 2.712.896 familias beneficiarias en toda España, cuando se alcanzó el máximo de bonos en activo. Ahora, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Industria, el volumen de hogares con derecho a un pago reducido del recibo de la luz es de 2.511.158.


La evolución es similar en Aragón. En la Comunidad llegaron a aprovecharse de la medida un total de 63.457 familias a lo largo del año 2011, una cifra que ahora ha caído hasta las 61.477. Es decir, por el camino se han perdido en la Comunidad 1.980 accesos a la ayuda.


Este retroceso se debe, entre otras razones, a un endurecimiento de los criterios. Desde el año pasado, los beneficiarios de este bono deben acreditar también que no superan determinados niveles de renta, lo que afecta especialmente a las familias numerosas. 


Hasta este año el bono social era una tarifa congelada, pero con la entrada en vigor del nuevo sistema tarifario o precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) a cada consumidor acogido a este bono social se le aplica un descuento del 25% sobre su factura.


Dos años de duración


Al bono de la luz pueden acogerse cuatro colectivos: los clientes domésticos residencias con una potencia contratada inferior a 3 Kilowatios, los pensionistas con prestaciones mínimas, las familias numerosas y los hogares en los que todos sus integrantes se encuentren en situación de desempleo. En cualquier caso, el beneficiario ha de estar acogido a la TUR y el contrato para el que se solicita el bono social debe ser el de su vivienda habitual.


La ayuda se disfruta por un periodo de dos años. Para volver a beneficiarse de él debe acreditarse de nuevo que se cumplen los requisitos. En el caso de los clientes con contratos de suministro con una potencia contratada inferior a 3 Kilowatios, su inclusión en el bono social es automática y no tienen que pedirlo.


El resto de consumidores debe solicitarlo a su comercializadora de último recurso mediante correo ordinario, fax, correo electrónico o personándose en las oficinas de la distribuidora (no de la comercializadora ) y acreditar que su situación entra dentro de las planteadas.