Lobón rechaza cualquier fallo de coordinación y alega que "no hacía falta" intercambiar datos

Medio Ambiente insiste en que no avisaron porque los trabajos de Bailín se ajustaron a los parámetros

Modesto Lobón, en primer plano, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Lobón rechaza cualquier fallo de coordinación y alega que "no hacía falta" intercambiar datos
Oliver Duch

Pese a las evidencias y a que el presidente de la Confederación Hidrológica del Ebro, Xavier de Pedro, sí lo ha reconocido abiertamente, el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, negó ayer cualquier problema de descoordinación entre administraciones en la gestión de la crisis del lindano. "No ha habido ningún fallo de coordinación", afirmó, para añadir que "no hacía falta". A su juicio, no había necesidad de poner en común la información disponible ni con Sanidad ni con la CHE porque en el transcurso de los trabajos para el traslado de los residuos de lindano del antiguo vertedero de Bailín (Sabiñánigo) al nuevo vaso no se excedieron los parámetros de contaminación permitidos para esa operación.


El consejero hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, al que informó de la situación actual en los seis pueblos que siguen sin poder beber del grifo desde el 19 de septiembre por la concentración del pesticida en el Gállego. 


Lobón defendió que "la colaboración con la CHE es completa y total desde el principio" y como ya hiciera el viernes, se aferró a que, según los datos de su consejería, la incidencia del traslado de los residuos tóxicos en la situación del río "no superó" a la salida de la depuradora los límites fijados, frente a lo que mantiene el organismo de cuenca, que ha abierto un expediente sancionador por sobrepasar en varias ocasiones esos niveles.


El consejero reconoció que en una ocasión las mediciones arrojaron valores por encima de los cuales, si además se daba una situación de emergencia, había que dar aviso al 112. Pero en ese caso, dijo, no se produjo tal emergencia y el contraanálisis dio un dato dentro del umbral establecido, por lo que no se informó. 


Además, resaltó que su departamento también decidió analizar el estado del río más de 30 kilómetros aguas abajo, sin que se detectara ningún problema. 


Por todo ello, no dudó en volver a afirmar que "se han cumplido escrupulosamente" las directrices marcadas, pero está claro que algo ha fallado. "Si los protocolos eran otros, queremos que se investigue", dijo, al tiempo que mostró su interés por conocer por qué "habiendo actuado según todos los protocolos, ha pasado esto". Aseguró que la DGA tiene "muy avanzada" su investigación, aunque no pudo poner fecha a la conclusión de las indagaciones.No hay confrontación con el PAR

Lobón también señaló que cuando su homólogo de Sanidad, Ricardo Oliván, afirmó que el retraso en los resultados de los análisis –que motivó que varios pueblos bebieran agua contaminada durante un mes y medio– se debió a la Confederación, su intención no era "abrir una confrontación". "Le pidieron datos y los dio", zanjó. 


Por su parte, el portavoz del Gobierno, Roberto Bermúdez de Castro, hizo hincapié en que la intención del Ejecutivo "no es en ningún caso abrir un cruce de acusaciones y menos con la Confederación", presidida por Xavier de Pedro (PAR), "nombrado por un Gobierno del PP", recordó para disipar dudas sobre la relación entre los socios en el Pignatelli.