Una investigadora descarta que el lindano del Gállego pueda ocasionar daños al consumidor

Aunque Señala que "las instituciones están obligadas a tomar alguna medida concreta".

La doctora Ana Ferrer Dufol, coautora de un informe de la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria, junto con el catedrático de la Universidad de Zaragoza Juan José Badiola, ha descartado que la concentración de lindano presente en la actualidad en el río Gállego pueda ocasionar daños al consumidor. 


La doctora Ferrer Dufol ha señalado que se están realizando mediciones de la concentración de lindano porque así lo establece la normativa vigente y que "las instituciones están obligadas a tomar alguna medida concreta", lo que no signifique que quien beba agua del Gállego pueda sufrir daños. 


Para que el lindano presente en el río perjudicara a los consumidores sería necesario consumir miles de litros "en poco tiempo". La doctora Ferrer Dufol ha indicado que "estamos hablando de unos límites que se establecen para garantizar la seguridad de toda la población desde que nace hasta que fallece", indicando que no tendría "ningún tipo de efecto" aunque una persona consumiera dos litros diarios durante toda su vida. 


Las normas de la UE, que aplica el Gobierno de Aragón, son "muy estrictas" y, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un mínimo 20 veces superior. Ha recalcado que "en las concentraciones de que estamos hablando no hay ningún problema toxicológico". Salvo beber y cocinar, se permite utilizar el agua para cualquier otra actividad.INFORME


El 'Informe preliminar sobre valoración del riesgo de la exposición a lindano en agua de consumo humano' señala que se absorbe "bien" por las vías digestiva, cutánea y respiratoria y la dosis letal en varias especies animales es de entre 25 y 600 miligramos por kilo, mientras que en el ser humano provoca la muerte si se absorben entre 50 y 100 miligramos por kilo, lo que en la práctica se produciría con la ingesta de 75.000 litros de agua con la concentración máxima autorizada por la OMS. 


Este producto es un neurotóxico que produce convulsiones, edema pulmonar y alteraciones musculares y por vía inhalatoria causa irritación ocular y de las vías respiratorias, mientras que al contacto con la piel provoca dermatitis. Algunas personas expuestas a este tóxico en las plantas de producción han sufrido alteraciones hematológicas, aunque no se ha confirmado la relación causa-efecto. 


La OMS no lo considera cancerígeno ni genotóxico, aunque la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos sí considera carcinógenos algunos de sus isómeros. 

El organismo dependiente de la ONU acepta la ingesta diaria de hasta 0,005 miligramos por kilogramo. El límite admitido en el agua para consumo humano en Norteamérica es de dos microgramos por litro, mientras que en la UE es de 0,1. 


Este pesticida es un elemento sólido blanco que puede evaporarse desprendiendo un leve olor a moho. Comenzó a utilizarse como pesticida en los años 40 del siglo XX y también se le dio un uso farmacéutico, alcanzando una producción de 600.000 toneladas en la segunda mitad del siglo pasado. Se ha utilizado en el tratamiento de semillas y suelos, de árboles y para luchar contra los ectoparásitos en animales y seres humanos. 


Las partículas de lindano pueden ser removidas por la lluvia o degradarse en la atmósfera. Su uso fue prohibido en la UE en 2009 para cualquier fin, aunque se sigue empleando como fármaco en Estados Unidos.