Almudévar y Zuera, destinos verdes de la Caravana

Los voluntarios universitarios traspasaron los muros de la prisión donde los internos recibieron el mensaje medioambiental .

Cuarta jornada como consejeros medioambientales
Almudévar y Zuera, destinos verdes de la Caravana
Emma Sánchez/Rubén Sanz. Zaragoza

Quizá no fuese el mejor día para una demostración de cocina solar. La niebla cubría gran parte del paisaje, el sol no asomaba. Pero el grupo de la Carvana Verde de la Universidad de Zaragoza, que ha llegado ya a más de 60.000 ciudadanos de manera directa en las seis ediciones, no perdía su entusiasmo. En su cuarta jornada como consejeros medioambientales, tenían por delante dos nuevos destinos por conquistar: Zuera y Almudévar, además de una más que inusual visita al Centro Penitenciario Zaragoza.


Los voluntarios, repartidos en 6 grupos con el nombre de diferentes ríos aragoneses (Cinca, Gállego, Guadalupe, Huerva, Jalón y Flumen), se dividieron para realizar las diferentes actividades propuestas para la mañana. Los integrantes de los dos primeros lo harían en Almudévar, mientras que los de los restantes pasarían la jornada en las calles de Zuera.


Quienes se desplazaron hasta el municipio de Almudévar fueron recibidos por Rafael Oliva, teniente alcalde y concejal de medio ambiente, que, mostrándose familiar y agradecido por la visita, bromeaba entre risas: "¿un naranjo?¿con las heladas que hay en Almudévar?". Junto al árbol, recibía un polo verde como el de los participantes de la Caravana y un manifiesto leído por uno de los voluntarios.


El Centro de Educación Infantil y Primaria Santos Samper fue el siguiente en ser visitado. "Mi madre me dice que me duche, porque para bañarme con mucha agua está la piscina", decía una de sus alumnas más pequeñas. Tanto ella como sus compañeros tenían gran parte de la lección aprendida, e incluso apuntaban la existencia de un contenedor no mencionado por los caravaneros: el de color naranja para el aceite. Mismo color que visten los alumnos de la "brigada de reciclaje", encargada de recorger cada miércoles los residuos que otros compañeros más descuidados han tirado en el patio.


Sin salir de la localidad oscense, otros voluntarios impartían las mismas ponencias a alumnos del Instituto de Educación Secundaria Pirámide Almudévar.


Al mismo tiempo, bajo el balcón del Ayuntamiento de Zuera, su alcalde, Antonio Jesús Bolea, recibía a los voluntarios de la Caravana Verde, que le hacían entrega de un olivo que, según Bolea, plantarán y cuidarán "con mucho cariño".


Efectivamente, Zuera es una de las localidades aragonesas más preocupadas por el medio ambiente. María Pilar es la coordinadora del grupo de voluntarios que trabaja por el desarrollo sostenible y pide "más apoyo del Ayuntamiento". "Necesitamos un contenedor de ropa que esté disponible las 24 horas", afirma María Pilar. Este grupo realiza todo tipo de actividades ecologistas y solidarias, como recogida de ropa, material escolar, calzado, juguetes, etc. Pronto serán una verdadera asociación, el "Movimiento Solidario", lo que aumentará sus posibilidades. De momento, tienen preparado un contenedor destinado a Perú.


A la llamada de productos ecológicos gratuitos, personas de todas las edades se acercaron a la carpa, en la plaza mayor, y los jóvenes universitarios les dieron información útil para la vida cotidiana. Además, a cambio de un regalo, los zufarienses tuvieron que realizar una encuesta con la que evaluaron su nivel de compromiso con el medio ambiente.


Al mediodía los caravaneros comenzaron a preparar la comida que después cocinarían en el horno y la cocina solares, que son capaces de generar calor a una temperatura de 170 grados. Estos chefs improvisados hicieron migas, salchichas y verduras asadas, y su olor atrajo a decenas de personas que charlaron con los voluntarios sobre ecología.


A 18 kilómetros del término municipal se encontraba la última parada de la jornada: el Centro Penitenciario Zaragoza. Allí, una parte del equipo fue recibida por alrededor de 100 internos que se mostraron especialmente interesados por la causa. La cocina solar les resultó muy curiosa, "incluso quieren que volvamos para experimentar la preparación de un plato a partir de luz solar", afirmaba uno de los ponentes.


La Caravana, que también ha visitado esta semana Calatayud, Teruel y Logroño, terminará su recorrido este jueves en la Puebla de Alfindén y en Zaragoza, donde se instalará una carpa en Gran Vía, junto a Plaza Paraíso.