"Vaya broma que la hayan cerrado, esto no es una panadería"

Los vecinos de Cariñena y Fuentespalda sufren los efectos de la clausura de las farmacias

José María Aznar, un vecino de Cariñena de 83 años, acudió a comprar una pomada a la farmacia.
"Vaya broma que la hayan cerrado, esto no es una panadería"
A. Alcorta

La farmacia de Cariñena colgó un comunicado del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza para advertir de que estaría cerrada tres días y que la que estaba de guardia era la de La Almunia. Los domingos suele abrir de 12.00 a 13.00 pero los vecinos tuvieron que hacer 20 kilómetros. José María Aznar, de 83 años, buscaba una pomada para la rodilla y no pudo comprarla. "Vaya broma con la farmacia cerrada. Esto no es una panadería. Es como si el médico se pone malo", comparó. "En este pueblo hacen falta dos farmacias", apuntó Pilar en un municipio de  4.000 vecinos. "Hemos recibido urgencias de Cariñena", dijo Miguel Ángel Vicente, farmacéutico de La Almunia (cuatro despachos para 8.000 habitantes). 


En la comarca del Matarraña, los vecinos insistían ayer en que desconocían las causas del cierre de las farmacias. "Para la gente mayor es un problema tener que ir a la farmacia de Valderrobres porque en muchos casos dependemos de que nos lleven", decía Ismael Caldú, vecino de Fuentespalda. "La gente que vaya al médico debe dejar la receta allí y alguien irá a comprar a Valderrobres", tranquilizó la alcaldesa Carmen Agud haciéndose cargo del servicio.