La prohibición de beber agua del Gállego por el lindano se extiende a Piedratajada

Ya hay 300 afectados entre tres pueblos. Desde la DGA insisten en que no hay riesgo para la salud y que solo se pretende prevenir

Los vecinos de Piedratajada tampoco pueden beber agua del grifo ni cocinar con ella desde ayer. Los resultados de los análisis efectuados al agua del río Gállego a su paso por la localidad han dado los niveles más altos de lindano hasta ahora detectados: 0,28 miligramos por litro. El límite permitido de este insecticida tóxico está en 0,10 mg/l. La cifra de afectados supera ya las 300 personas porque, aunque los niveles han descendido en Ardisa y Santa Eulalia, la prohibición de consumir agua del grifo sigue vigente en estas dos poblaciones.


Los últimos resultados de los análisis hechos por el laboratorio de Bailín obligaron al departamento de Medio Ambiente a contactar con el alcalde de Piedratajada, José Antonio Mallada (PSOE), para que se avisara de inmediato a los vecinos de la localidad. Desde la DGA insisten en que no hay riesgo para la salud y solo se toman estas medidas por prevención


"Aunque ahora nos lo digan, nunca hemos consumido agua del grifo porque no nos fiamos. Sabemos que el río Gállego está contaminado por lindano y beuceno desde hace años", explica el alcalde de Piedratajada. Mallada asegura que los vecinos consumen agua embotellada o acuden a las fuentes de la sierra de Loarre para abastecerse. Hoy solicitarán cisternas a los bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza.

No obstante, en cuanto el regidor municipal recibió el aviso, se colocaron carteles en los bares, en la biblioteca y en la marquesina del autobús para advertir de la prohibición a los vecinos de la localidad, en la que hay unos 120 empadronados. Además, se avisó al cura para que durante la misa lo comunicara a los asistentes. 


La relación del lindano con estos municipios se remonta décadas atrás con los residuos que generaba Inquinosa, ubicada en Sabiñánigo, que fabricaba este pesticida. Aunque la factoría cerró en 1994, quedaron sus residuos. El desmantelamiento de uno de estos vertederos, el de Bailín, comenzó en mayo y concluyó el miércoles. 


El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, insistió ayer en que se han hecho análisis diarios en Latre, Javierrelatre, Anzánigo, Santa Eulalia, Biscarrués, Ardisa, Piedratajada, Tormos, Gurrea y Zuera. 


Hasta ahora las alertas solo han saltado en tres de estos pueblos. El primero de ellos fue Ardisa, donde los niveles ayer ya no superaban el límite permitido de 0,10 mg/l de lindano. No obstante, hasta que los análisis que hace Salud Pública no lleguen, no podrá beberse agua del grifo. Antes también habrá que limpiar los depósitos y las redes de abastecimiento. Una actuación que deberán acometer los propios municipios. En Santa Eulalia, los últimos análisis situaban la cifra en 0,12 mg/l, una centésima menos que el día anterior. 


"Los técnicos tienen la sensación de que los niveles irán bajando en los próximos días porque se irá diluyendo", apuntó Lobón, que insistió en que las últimas tormentas han podido hacer que aumentaran los niveles. No obstante, recordó que de los cinco isómetros del lindano, el Alfa-Lindano es el menos malo y que el consumo de este agua, aunque no es recomendable, no significa que si alguien la toma pueda intoxicarse.  


"El río Gállego es una preocupación desde hace más de treinta años. Aún no se ha terminado con el asunto de Sabiñánigo –dijo el consejero refiriéndose a las afecciones de Inquinosa– y este es un tema que interesa incluso a científicos internacionales". Si los análisis se fijaran en los límites que estipula la Unión Europea para determinar la buena salud ecológica de los ríos, la cifra de lindano no debería superar el 0,01 mg/l.  


La coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos ha pedido que se aclare lo ocurrido y se especifique si ha sido un escape puntual o crónico, ya que, según destacaron, "las filtraciones de los vertederos de Sardas y Bailín son permanentes". Calificaron este asunto como un "tema grave" para el que pidieron garantizar la seguridad al máximo. Desde esta entidad, insistieron ayer en que el color del agua del río Gállego a su paso por Santa Eulalia no era normal. "Este es un río enfermo con muy malos médicos. El Gobierno de Aragón se niega a contar el problema y va a envenenar a toda la cuenca", criticaron.