Dos municipios del Gállego dejan de beber agua del grifo al crecer el nivel de lindano

Salud Pública ha recomendado a Ardisa y Santa Eulalia de Gállego que el suministro se realice con cisternas.
La DGA dice que el aumento detectado es "ínfimo"
y que no supone ningún riesgo para las personas

Dos municipios de la provincia de Zaragoza, Santa Eulalia de Gállego y Ardisa, han dejado de beber agua del grifo al encontrarse en alguna medición realizada niveles de lindano (insecticida tóxico) ligeramente superiores a los aconsejados. Salud Pública ha recomendado que, de momento hasta el lunes, se abastezca a los aproximadamente 200 vecinos de estas localidades a través de camiones cisterna. A pesar de la restricción adoptada, el Gobierno de Aragón insiste en que el aumento detectado de esta sustancia es "ínfimo", que se trata de una medida de prevención sin riesgo para la salud y achaca esta situación al movimiento de partículas causado por las tormentas. 


La relación de esta zona con el lindano se remonta a hace décadas por los vertidos contaminantes que la empresa Inquinosa, de Sabiñánigo, realizó en la cuenca del Gállego. Las denuncias de los ecologistas llevaron a la actuación de las instituciones y al cierre de la factoría en 1994, pero quedaron sus residuos. Medio Ambiente comenzó a mediados de este mes de mayo el desmantelamiento de uno de estos vertederos, el de Bailín. De hecho, esta misma semana, el Ayuntamiento de Sabiñánigo pidió explicaciones a la DGA sobre el olor a lindano que se percibe en el municipio desde hace meses por este movimiento. 


A raíz del traslado de los residuos, la dirección de Calidad Ambiental y Salud Pública han llevado controles periódicos en la zona. Fue en uno de esos análisis cuando primero, el miércoles en Ardisa y ayer mismo, en Santa Eulalia de Gállego, se detectó en una medición un nivel de lindano un poco superior al recomendado. Por ello, según explican fuentes del Gobierno de Aragón, se informó a los alcaldes de estos dos municipios de la situación y se les sugirió que los vecinos no consumieran agua del grifo. 


Las mismas fuentes oficiales recalcaron que, en ningún caso, beber de esta agua acarrea ningún riesgo para la salud de las personas y que no se ha cortado el suministro. Recordaron que tras nuevas mediciones, Ardisa ya recuperó ayer los niveles adecuados. No obstante, se mantendrá la recomendación de no beber agua del grifo hasta el lunes, ya que según aseguraron se van a mantener los controles durante el fin de semana. 


A pesar de que desde el Gobierno de Aragón se intenta transmitir tranquilidad, la alarma saltó en otros municipios ribereños del Gállego. Tras conocer las restricciones de Santa Eulalia y Ardisa, la Coordinadora Biscarrués Mallos de Riglos denunció la falta de información pública sobre las causas de este aumento de lindano en el agua del río Gállego. "No se sabe si está derivado de una mala gestión de los vertederos de Sardas y Bailín o si está ya en los lodos del río", censuraron desde la entidad.


Recriminaron que se oculte a la población desde cuándo se produce este hecho y qué niveles de lindano se consumen diariamente. "Esta falta de información llega también a los municipios aguas abajo de Sabiñánigo y a todos los que se abastecen de agua desde el Pantano de la Sotonera y por el Canal de Monegros". Desde Murillo de Gállego, un municipio que está aguas arribas de Santa Eulalia (a unos 12 kilómetros), también mostraron su preocupación por este hecho, aunque ellos se abastecen sin problemas del manantial de Peña Rueba. Su alcaldesa, Marta de Santos, tenía dudas de cómo podría afectar al riego de los campos. 


Desde CHA exigieron a la DGA que garantice la máxima seguridad para la ciudadanía. El diputado Joaquín Palacín mostró su preocupación por la "extrema gravedad de la situación" y pidió celeridad a Medio Ambiente en dar explicaciones "suficientes y concretas". "Los alcaldes se están enterando por compañeros de estos municipios, pero no porque el Gobierno les esté informando", continuó Palacín, que adelantó que registrará una solicitud de comparecencia en las Cortes para el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón.