El Gobierno de Aragón ha activado el protocolo para asegurar el abastecimiento a los pueblos que se han visto afectados por el cierre de cuatro farmacias, en Cariñena (Zaragoza) y Monroyo, Fuentespalda y Peñarroya de Tastavins (Teruel), relacionadas con la investigación de un fraude en la venta de medicamentos.

Según han explicado fuentes del departamento de Sanidad, en este caso se ha activado el protocolo habitual para los cierres de urgencia de una farmacia, por la cuestión que sea.

Así, las autoridades sanitarias están contactando con los ayuntamientos de cada localidad para solicitar un local en el que se pueda crear un botiquín de urgencia.

Al mismo tiempo, según las mismas fuentes, se estudia cuáles son las farmacias más cercanas a las poblaciones para realizar una "vinculación provisional" y que de este modo puedan dar servicio.

Estas gestiones, han añadido las mismas fuentes, se están realizando en colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos.

El cierre de las farmacias se hizo efectivo el pasado viernes a última hora de la mañana cuando la Guardia Civil precintó las boticas de estas cuatro localidades, dentro de una investigación por la reventa de medicamentos.

Fuentes del instituto armado han confirmado a

Efe este cierre y que la investigación es una continuación de la que el pasado mes de mayo se destapó en Palomar de Arroyos (Teruel).

La responsable de la farmacia de esta localidad fue detenida por revender medicamentos con recetas falsas en una parafarmacia de Valencia que ya había cobrado del Servicio Aragonés de Salud.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel está dirigiendo las investigaciones que todavía siguen abiertas, por lo que no han trascendido más datos, aunque según fuentes próximas al caso se habrían producido algunas detenciones.