Iglesias: “El mayor problema de España no es la crisis, sino el tremendo desafío territorial”

"La crisis de la democracia y la desafección de los ciudadanos hacia la política no se resolverá mientras haya cinco millones de parados". Es el claro diagnóstico que hizo ayer el presidente aragonés y senador socialista Marcelino Iglesias, en un acto de la Fundación Giménez Abad para hablar en La Aljafería del presente y el futuro de la democracia junto con el expresidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle de Herrera.

Iglesias no tuvo reparos en admitir que ni el anterior Ejecutivo de Zapatero ni el de Rajoy han sabido dar la vuelta a la situación, algo que, por otra parte, solo puede conseguirse con el acuerdo de todos los miembros de la Unión Europea, dijo, si bien reconoció que "el nuevo modelo europeo no termina de consolidarse". Y mientras haya problemas económicos, advirtió, seguirán proliferando las iniciativas populistas.

"Nos hemos acostumbrado a que la democracia da derechos y resuelve los problemas. Hay becas, se construyen carreteras... Pero de golpe –expuso–, empieza a quitar en vez de dar y hay recortes, suben los impuestos, etc.". "Y el ciudadano, después de 40 años en los que se le ha dado, entiende mal que le estén quitando", añadió. Algo en lo que coincidió Lacalle: "Administrar prosperidad es muy fácil", dijo. Y aclaró que "la democracia no garantiza buenos gobiernos, solo la legitimidad del poder".

Con todo, el expresidente aragonés aseguró que "el tremendo desafío territorial" es el mayor problema al que se enfrenta actualmente España. A su juicio, "el reto es si tiene o no viabilidad dentro de cinco años".

Se mostró convencido de que estamos "ante el fin de una etapa, el sistema del 78 se ha agotado". "No hay que prescindir de la Constitución, que ha sido un éxito, pero sí hacer una gran reforma hacia el modelo federal", señaló. Así, abogó por blindar el estado del bienestar y "aclarar las competencias del Estado para resolver las tensiones con las Comunidades".