La reclamación de la energía a precio de coste que deben entregar las compañías eléctricas no es la única que los municipios de la montaña mantienen ante la Confederación Hidrográfica del Ebro. En su reunión de ayer, la ejecutiva de la Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés también acordó reclamar un porcentaje de los rendimientos derivados de la explotación directa por parte de la CHE de saltos hidroeléctricos situados en esta zona y cuya concesión ha caducado. 

En esta situación se encuentra actualmente la central de El Pueyo, en Panticosa, y está previsto que en breve el organismo de cuenca pase a gestionar también, aunque todavía no han concluido los trámites, la de Lafortunada-Cinqueta, que afecta a los municipios sobrarbenses de Plan, Tella-Sin y San Juan de Plan. Es una de las más importantes del Pirineo (40.000 kw) y su concesión caducó en 2007. Las próximas serán Barrosa, Urdiceto y San José, en los municipios de Bielsa y La Puebla de Castro, si bien en estos casos la autorización de las eléctricas no vence hasta dentro de unos años.

Pero solo teniendo en cuenta las dos primeras (El Pueyo y Lafortunada-Cinqueta), Adelpa estima que los ingresos por su explotación directa se situarían entre 6 y 7 millones al año, pese a que la asociación intuye que la cifra final podría ser algo superior.

Los ayuntamientos de los municipios en los que se encuentran exigen «una compensación al territorio en base a las afecciones que se producen al mismo, y en base, en algunos supuestos, a la ocupación de montes de utilidad pública de titularidad municipal por parte de algunas de las infraestructuras hidroeléctricas».

Por este motivo, la ejecutiva del colectivo de entidades locales acordó ayer proponer a la CHE un convenio para que una parte de los rendimientos derivados de la explotación directa de los citados saltos vaya a parar a la zona donde se produce la electricidad. 

Y al igual que en el caso de la energía reservada, se pretende que un 25% de lo pactado sea para los municipios afectados y el resto para actuaciones en todo el entorno pirenaico.

Otra de las decisiones adoptadas es solicitar asesoramiento a la Diputación de Huesca para que emita un dictamen sobre el real decreto por el que se aprobó el Plan Hidrológico del Ebro, en relación al Pirineo aragonés (destino de la reserva de energía y de los rendimientos por explotación directa de saltos hidroeléctricos).