Las rebajas no compensarán el mal año que sufre el pequeño comercio

El pequeño comercio aragonés no remonta. A dos semanas de que finalice la época tradicional de rebajas, las ventas no han registrado aumentos significativos que lleven a pensar que se va a compensar el mal año que está viviendo el sector. Esta es, al menos, la percepción del presidente de ECOS (la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia), José Antonio Pueyo, que no se muestra muy satisfecho con la evolución que está siguiendo la campaña de ventas este verano en Zaragoza. De la misma opinión son los portavoces del comercio de Huesca y Teruel. Tanto el presidente de la Asociación de Comerciantes de Huesca, Alfonso Piedrafita; como el director general de CEOE-Cepyme Teruel, Sergio Calvo, reconocen que en ambas provincias, las ventas no están cumpliendo con las expectativas que tenía el sector.

Esta situación se produce, además, en un momento en el que el comercio al por menor de la Comunidad no pasa por su mejor momento. Según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), fue en Aragón donde más cayeron las ventas minoristas durante el primer semestre del año. 

Según este dato, el descenso medio de enero a junio fue del 3,1% (con respecto a las ventas registradas en el mismo periodo del año anterior). Esta disminución en lo que va de 2014 fue la mayor de toda España. Una caída que viene a confirmar la mala situación que ha vivido el sector mes a mes: en junio, las ventas descendieron (en tasa anual, es decir desde junio de 2014 a junio de 2013) un 2,1%. Esto explica el pesimismo que transmiten los representantes de los pequeños comerciantes de la Comunidad: habían puesto sus esperanzas en que las ventas de verano ayudaran a compensar el descalabro de la primera mitad del año y no parece que esto vaya a cumplirse.

Pueyo explica este comportamiento recordando que al no ser Aragón un foco turístico de primer orden las compras no han remontado como en otras partes de España. «Nosotros –explica– no tenemos un componente turístico tan fuerte como otras zonas, por lo que debemos mantenernos con el consumo interno y este no se ha recuperado todavía».

Aunque aún es pronto para ofrecer datos concretos de la campaña tradicional de rebajas (julio y agosto), Pueyo avanza que las noticias que le llegan del sector apuntan a que, en el mejor de los casos, las ventas se moverán en los parámetros del pasado año, cuando se registraron modestas subidas de entre un 3% y un 5%. No parece probable que el periodo tradicional de descuentos comerciales vaya a dar grandes alegrías este año:«El textil y el calzado repetirán las pautas de 2013. El consumo no reputa», concluye el presidente de ECOS. En opinión de Pueyo, la sensación que tienen los pequeños comerciantes es que se ha tocado fondo en cuanto a la caída del consumo, pero que no acaba de verse un repunte.

Por su parte, Alfonso Piedrafita achaca la mala campaña veraniega que está viviendo el sector en la ciudad de Huesca a la meteorología y a que el consumo «no acaba de arrancar». «Julio fue un mes malo –asegura– y las expectativas para este agosto no son mucho mejores». Para el presidente de la Asociación de Comerciantes de Huesca, en las ventas del periodo veraniego, «el tiempo es el que manda y julio ha sido muy flojo».

En la provincia de Teruel tampoco se muestran satisfechos. Sergio Calvo reconoce que «las ventas no están siendo todo lo buenas que le hubiera gustado al pequeño comercio». En el caso de la capital –explica el director general de CEOE y Cepyme–, al estancamiento del consumo se une «la fuga de compradores: bien hacia las ciudades próximas (Zaragoza o Valencia) o hacia la costa y los lugares de veraneo».

Solo zonas muy concretas, como los centros comerciales históricos de las ciudades, se salvan de la quema, en parte por la llegada de visitantes y turistas. Óscar Sanz, presidente de la Asociación de Comerciantes del entorno de Don Jaime, explicó que las calles próximas a la plaza de España, Don Jaime y Alfonso en Zaragoza «aguantan bien», pese a que las rebajas apenas tienen ya repercusión desde la liberalización que permite ofrecer descuentos todo el año y los cambios en los hábitos de compra.