Un conductor huye tras apuñalar a otro por una discusión de tráfico en un angosto callejón de Albarracín

El agresor, que viajaba con su familia, se dio a la fuga, pero un vecino tomó su matrícula y fue detenido en Santa Eulalia del Campo.
El herido recibió un navajazo en el abdomen y después de una intervención quirúrgica de cinco horas su vida no corre peligro

Los vehículos que conducían el vecino de Albarracín y su agresor se tropezaron en una calle de unos tres metros de ancho en la que los dos coches no podían cruzarse, una circunstancia que desencadenó una discusión.
Un conductor huye tras apuñalar a otro por una discusión de tráfico en un angosto callejón de Albarracín
Heraldo

Una simple discusión de tráfico terminó ayer a navajazos en Albarracín (Teruel) y con un vecino de la localidad, Luis Herranz, herido de gravedad e ingresado en el hospital Obispo Polanco de Teruel, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. El suceso, que conmocionó al municipio, se produjo en torno a las 12.00 y, poco tiempo después, la Guardia Civil detuvo en la vecina población de Santa Eulalia del Campo al presunto agresor, que tras los hechos se dio a la fuga.


El herido, al que un vecino describió ayer como «la persona más tranquila que te puedas imaginar», sufrió heridas de gravedad, aunque, afortunadamente, su vida ya no corre peligro. El alcalde de Albarracín, Francisco Martí, cuñado de Luis Herranz, explicó a las puertas del quirófano donde era intervenido su familiar que este había recibido un navajazo en el abdomen. La operación a la que fue sometido Herranz se prolongó durante unas cinco horas. 


Fuentes sanitarias señalaron que Luis Herranz, de unos cuarenta años de edad, entró en el quirófano en estado grave, pero la intervención fue exitosa y no requirió de un posterior paso del herido por la Unidad de Cuidados Intensivos. Desde el Departamento de Sanidad indicaron que la operación «salió bien» y el paciente quedó ingresado en planta, aunque mantenido bajo vigilancia permanente.


Francisco Martí es propietario de un hotel cercano al lugar donde se produjo la agresión y, al parecer, el agresor se acababa de hospedar en este establecimiento cuando se tropezó con la víctima. Luis Herranz, que se dirigía al negocio de su cuñado cuando sufrió el apuñalamiento, es también hostelero al regentar el restaurante El Buen Yantar, situado en la calle del Chorro, en pleno casco antiguo. 


El altercado se inició cuando los vehículos que conducían el agresor y el agredido se encontraron de frente en una estrecha calle denominada la Calleja, paralela y contigua a la travesía de la A-1512 o carretera de Teruel. Como el vial, de unos tres metros de ancho, no tiene amplitud suficiente para que los dos automóviles se cruzaran, se produjo una discusión entre los conductores que terminó con el apuñalamiento. 


Tras recibir la herida en el vientre, Luis Herranz pidió ayuda a los vecinos de una casa situada cerca del lugar del suceso. Uno de los ocupantes de la vivienda, policía de profesión, salió en persecución del agresor, que mientras tanto había iniciado la huida dando marcha atrás. Varias personas acudieron al lugar para atender al herido y dar la voz de alarma a las fuerzas de seguridad y a los servicios de emergencias.Detenido en un control

El perseguidor pudo apreciar las características del vehículo conducido por el presunto agresor –un turismo de color gris que presentaba una abolladura muy visible– y tomar nota de la matrícula. Los datos que aportó a las fuerzas de seguridad facilitaron la interceptación del sospechoso en Santa Eulalia, a pocos kilómetros de Albarracín, en un control establecido por la Guardia Civil. Según comentó un vecino, el agresor viajaba con su familia cuando protagonizó los hechos.


Un amigo de Luis Herranz destacó su buen carácter y su talante pacífico. Aunque Herranz es propietario de un restaurante en Albarracín, reside en la cercana localidad de Royuela. Una vecina de Albarracín se mostró consternada tras conocer el sangriento suceso, que se produjo en unas fechas en las que la turística localidad está repleta de visitantes.


Un vecino que se encontraba cerca del lugar del suceso cuando este se produjo señaló que no escuchó ni gritos ni ruidos fuera de lo normal. El primer indicio de que algo grave había ocurrido fue la llegada de una ambulancia, una uvi móvil y numerosos efectivos de la Guardia Civil.


Tras su detención, el agresor, cuya identidad y procedencia todavía no ha trascendido, fue trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel, donde prestó declaración y donde permanecerá a la espera de su puesta a disposición del juzgado de guardia de la capital turolense.