Los dueños de mascotas invasoras deben registrarlas antes de un mes

Los dueños de mascotas invasoras deben registrarlas antes de un mes.

Tortuga de Florida.
Tortuga de Florida.
Heraldo

Un animal exótico es aquel que se encuentra fuera de su hábitat natural, lo que no tiene por qué ser malo. El problema –señala Jesús García, presidente del Colegio de Veterinarios de Zaragoza–, surge cuando algunas de esas especies –que son pocas– se convierten en invasoras y empiezan a extenderse con rapidez, causan daños en el medio ambiente, desplazan a los animales nativos e incluso afectan a las actividades humanas. No hay más que pensar en el mejillón cebra. O en el siluro, un pez que tiende a comerse todo lo que encuentra y que ha reducido sustancialmente la población de otros peces y anfibios nativos. Por esta razón, el Ministerio de Medio Ambiente elabora desde hace años un listado de especies invasoras que, una vez se aprueba, prohíbe su compra, cesión, reproducción...


El último se publicó en el BOE en agosto de 2013 y, desde entonces, todas estas actividades son sancionables si se hacen con las especies ahí incluidas: desde comprar caracoles manzana hasta mapaches. El objetivo es prevenir la entrada en España de estas especies –o que no entren más– y concienciar a la gente de que soltar una de ellas, ya sea accidental, inconsciente o premeditadamente, puede causar un importante daño al medio ambiente: la cotorra argentina llegó de esta forma a Zaragoza en los ochenta, y ahora ya hay unas 1.200 en la ciudad. 


Pero este decreto permitió conservar las mascotas invasoras a las personas que las tengan desde antes de agosto de 2013, siempre y cuando informen de ello a sus administraciones autonómicas antes del 4 de agosto de este año, es decir, en menos de un mes.


Según explica Jesús García, todos los dueños de este tipo de mascotas deben rellenar un formulario de ‘declaración responsable’, adjuntar un par de fotografías del animal y entregarlo en los registros generales de la DGA o enviarlo a invasoras@aragon.es. En la web de la DGA se puede descargar dicho documento y conocer las especies que se consideran invasoras (cotorra de Kramer, cotorra argentina, tortuga de Florida...). Si no se quiere registrarla o tenerla más como mascota, se debe entregar obligatoriamente al Seprona, a la Unidad Verde de Zaragoza, a centros de recogida...


Además, en el caso de las aves y los mamíferos invasores que midan más de 20 centímetros de alto –o pesen más de 200 gramos si es un ave; o más de 350, si es mamífero– se deberá acudir a un centro veterinario para marcarlo e inscribirlos en el Registro de Animales de Compañía de Aragón (Riaca), como se hace ahora con los perros. A dichos mamíferos y aves se les pondrá un microchip y a los pájaros se les colocará también una anilla metálica en una pata. 


Por el momento, en el Riaca hay en torno a un centenar de animales invasores. «Quizá el problema no sea tanto que haya un alto número de mascotas invasoras, sino las malas prácticas como la introducción ilegal o la suelta inconsciente, que es lo que ha causado que estén en la calle. Por eso, lo más importante es la prevención», añade Jesús García, quien recomienda ponerse en contacto con un centro veterinario para cualquier duda con este proceso.