Las guarderías de perros critican la proliferación de competencia desleal

Estos espacios para mascotas viven ahora su temporada alta, con ocupaciones del 100%.

Instalaciones de un centro canino de Zaragoza, miembro de la AACC
Las guarderías de perros critican la proliferación de competencia desleal
AACC

Con la llegada de las vacaciones, la mayoría de los centros de estancia canina de Zaragoza, popularmente conocidos como guarderías de perros, se desbordan. La ocupación pasa de una media de 70% a un 100% en julio y agosto. Y es que, según algunos expertos, "la crisis ha hecho mucho daño, pero la sensibilización de la gente es cada vez mayor, y eso juega a nuestro favor".


Estefan Guillén, miembro de la Asociación Aragonesa de Centros Caninos y propietario de la residencia Don Perro, asegura que "el 60% del beneficio anual procede de los meses de verano, es proporcional a la ocupación de los hoteles". El precio de estas instalaciones suele ser de unos 12 euros en temporada baja y 15 en alta.


Sin embargo, el sector lleva unos años luchando con algunas dificultades. "Los hábitos han cambiado. Antes la gente se iba de vacaciones 15 días al extranjero, ahora se van una semana y a Salou y eso nos repercute", explica Jesús, responsable de las instalaciones Happy Dogs. 


No solo eso, la normativa de octubre de 2009 del Gobierno de Aragón por la que se regulan los núcleos zoológicos en la Comunidad ha endurecido las condiciones y la exigencia con las instalaciones de los centros. Según la Asociación, como consecuencia, muchos centros siguen operando sin cumplir requisitos como la desinfección adecuada de las estancias. “Es necesario contar con una superficie de 10.000 metros cuadrados y una distancia mínima de un kilómetro de cualquier centro urbano y a día de hoy, sabemos que hay varios centros que se dedican a esto sin cumplir lo que se exige en la normativa”, explica Guillen.


Según  el colectivo, estos centros funcionan fuera de la ley y por lo tanto no aseguran el cuidado adecuado de la mascota en aspectos tan básicos como las medidas de la estancia o los paseos. “Al igual que los cuidadores particulares sin formación ni contrato que se anuncian en internet. Por 11 euros el día (una cantidad muy similar a las estancias profesionales) ofrecen cuidar al perro pero nadie te asegura cómo lo vayan a hacer”, explica el miembro de la Asociación.


“Ellos suponen una competencia desleal porque además no cotizan y nosotros pagamos todo y tenemos trabajadores a nuestro cargo”, incide. 

Para que esté como en casa


Para luchar contra ello, desde los centros caninos cada vez se ofrecen más servicios que refuerzan su oferta. Desde servicio de peluquería y gimnasio hasta hilo musical. "Aquí tienen una parcela con sombra y agua fresca en verano y calefacción en invierno, paseos diarios de dos horas e incluso sonidos para que no sea tan traumático el cambio", explica Ignacio Moreno de Dog Garden, en Movera.


En algunos de los centros de Zaragoza se puede incluso contemplar al animal desde el destino vacacional a través de una web cam. 


 “Hay veces que  los perros no se quieren ir de lo a gusto que están”, señala Moreno. Este centro en concreto abrió sus puertas en 1996.

Todo tipo de especies


La modernización de los centros también les ha llevado a profundizar en otros terrenos y especies.  Algunos de ellos de ellos se ocupan del cuidado de animales tales como gatos, conejos, loros, periquitos, cobayas, tortugas, cacatúas e incluso erizos y tucanes. En Don Perro, por ejemplo, la especie más curiosa que han albergado ha sido un petauro. Un marsupial de 35 gramos a medio camino entre un mono y una ardilla y que además de ser planeador tiene una bolsita como los canguros.