La DGA da marcha atrás en la supresión de algunas rutas escolares en el medio rural

Más de 300 alumnos de Secundaria, según las estimaciones de las familias afectadas, se quedarán sin transporte escolar gratuito el próximo curso escolar tras la resolución por parte del Departamento de Educación de suprimir algunas rutas y paradas que daban servicio a viviendas situadas a menos de 4 kilómetros del centro escolar. El próximo septiembre, estos jóvenes tendrán que hacer uso del transporte público, buscar un internado, desplazarse en coche o incluso a pie.

Aunque muchos de los afectados viven en su mayoría en núcleos del entorno de Zaragoza como Garrapinillos o Montañana, el problema también afecta a jóvenes de poblaciones rurales como los de la Hoya de Huesca, que se desplazan a diario hasta Ayerbe y Huesca. Son los municipios de Las Peñas de Riglos, Riglos, Triste, Agüero o Santa Eulalia de Gállego entre otros.

La alternativa pasa por una beca individual de transporte a los padres para que, por sus medios, trasladen al alumno al centro escolar. Otra opción sería cubrir el servicio con taxis o, directamente, llevarlos a un internado en Huesca. Algo que, por el momento, los padres ni se plantean. "Para nosotros eso es algo impensable porque estamos a media hora de la capital oscense y queremos ver a nuestro hijo todos los días. Ya tendrá tiempo de marcharse", explica Conchita Mallén, madre de un niño de 13 años de Santa Eulalia, que se verá afectado por el problema en un par de años.

Aunque por el momento, el suyo es uno de los casos puntuales en los que la DGA ha dado marcha atrás, y pondrá a disposición de los dos alumnos que estudian la Secundaria en Huesca un taxi que los lleve a diario hasta a Ayerbe, donde cogerán el autobús de línea. "Sin niños y sin servicios no hacemos nada aquí", espeta esta madre preocupada por el futuro de su hijo.

Desde el Gobierno de Aragón aseguran que todavía no hay nada definido, ya que se está trabajando en la reorganización de dichas rutas, sujetas a excepcionalidades, aunque desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (FAPAR) desconfían "totalmente". La DGA asegura que de momento se está estudiando todo: el número de alumnos, la distancia, las necesidades de la zona y de las familias o las posibles soluciones. "De momento, hay que esperar a valorarlo todo", aseguran fuentes de la institución.

En Sabiñánigo, 19 estudiantes afectados

En el término municipal de Sabiñánigo también serían 19 niños de Cartirana, Sabiñánigo Alto, Sasal, Sardas y Aurín los que perderían su derecho a transporte. Aunque, en su caso, la Comarca del Alto Gállego ya ha asegurado el trasporte para todos ellos en el próximo curso, pero de forma excepcional y "con gran preocupación por el futuro". Asimismo, desde el Consejo Escolar Municipal quieren enviar un comunicado al Gobierno de Aragón en el que mostrarán su "rotundo rechazo" a esta medida, "que vuelve a crear desigualdad de oportunidades y a castigar a los habitantes del medio rural".

"Algunos días, mi hijo ha tenido que ir andando hasta el pueblo de al lado"

Algunos alumnos aragoneses de Educación Secundaria ya han tenido que lidiar con el mismo problema durante el recién acabado curso. El pasado septiembre, el autobús dejaba de pasar a recoger a José Antonio Muñoz por Castelnou, en la Comarca del Bajo Martín. La ruta escolar ya se había suprimido hace tiempo y era un autobús de línea el que tomaba a diario. Sin embargo, la compañía cambió y dejó de lado a la localidad al tiempo que empezaba el curso. "Nos quejamos de la discriminación que hay en Teruel y luego, somos los primeros que nos discriminamos", cuenta Fina López, madre de José Antonio.

Durante el último curso su hijo ha tenido una ayuda directa para el transporte escolar de 500 euros y han tenido que llevarlo en su vehículo hasta Jatiel, a 1,7 kilómetros de Castelnou. "Y allí, el autobús de la ruta escolar nos ha hecho el favor de recogerlo ?porque no para-, cuando viene de Samper para ir hacia la Puebla de Híjar", explica la madre. "Algunos días, mi hijo ha tenido que ir andando hasta el pueblo de al lado por un carretera sin arcén. Esta fue la solución que nos dieron en la DGA después de protestas en varias instituciones", añade.

El curso que viene, todavía no saben qué será lo que suceda. Llegaron hace tres años, procedentes de la Comunidad Valencia atendiendo a una llamada de nuevos pobladores, y por el momento, consideran que la jugada les ha salido "rana" porque llegaron llamados por el trabajo, pero ambos están en el paro actualmente. "La situación no solo nos enfada por nuestro hijo, también porque no se puede dejar a un pueblo sin servicio de autobús de línea", critica.