45.000 musulmanes inician el mes del Ramadán en Aragón

Este fin de semana comienza el Ramadán, 30 días de ayuno y oración "para reencontrarse con uno mismo".

Salah As Sufi, español convertido al islam.
Salah As Sufi, español convertido al islam.

Un año más llegó la luna nueva, la misma que marca el comienzo del mes más largo del Islam, el mes del Ramadán. Para muchos occidentales esta práctica se reduce a estar un mes sin comer, sin embargo sus practicantes aseguran que es mucho más. Desde el inicio del noveno mes del calendario lunar islámico musulmán, los más de 45.000 practicantes de Aragón deberán realizar esta prueba de fe obligatoria que, como explica Ahmad Salah As Sufi, presidente de la asociación de musulmanes Sufitum de Zaragoza, supone una demostración de disciplina y una purificación del cuerpo: "Es un descanso para el estómago que permite la eliminación de toxinas para purificar cuerpo y alma".


Durante 30 días esta prohibido beber, comer y practicar relaciones sexuales desde que sale el sol hasta que se oculta, cosa que se complica al caer en verano, cuando los días son más largos y las temperaturas más elevadas. Además hay que esforzarse en tener un comportamiento ejemplar. Es al caer la noche cuando todo vuelve a la relativa normalidad, aunque con moderación: "No es recomendable hincharse, tradicionalmente se rompe el ayuno con un vaso de agua y tres dátiles que sirven para asentar el estómago", asegura el maestro.


El mes de junio comenzaba el 'entrenamiento' del estómago con ayunos puntuales un par de días a la semana, aunque existen algunos casos que pueden saltarse la práctica "por causa mayor" como los niños pequeños, los enfermos, las mujeres embarazadas o con la menstruación y aquellos que desempeñen actividades que requieran mayor esfuerzo. Eso sí, deberán recuperarlo antes de que transcurra un año.


Durante el Ramadán, se mantienen las cinco oraciones diarias, que se intensificarán los últimos diez días: "Al final es cuando el musulmán busca la noche de la develación o inspiración, tras 20 días de ayuno el cuerpo está más sensible, estás purificado y podemos sentir cosas y ver con los ojos del alma", asegura Salah As Sufi.


Desde Ama-Salam, Asociación de Mujeres Árabes de Aragón, aseguran que esperaban la llegada del Ramadán con "ilusión y muchas ganas" y que además, es un momento ideal para "sentir lo mismo que las miles de personas que no tienen qué comer en el mundo", explica Hanan Satralla, joven marroquí que vive en Zaragoza hace 13 años y que destaca el aspecto solidario del acto. Satralla trabaja como administrativa, y afirma que "el primer y segundo día son los peores, luego se lleva con normalidad". Por la noche la mesa se viste de gala, con dulces árabes, comida más elaborada y una sopa tradicional y "muy consistente" hecha a base de garbanzos y lentejas.


Chaymaa Outnarit,estudiante de periodismo de 22 años, nacida en Casablanca (Marruecos) y vecina de Alagón, también recibe el Ramadán con "muchísima ilusión". La primera vez que llevó a cabo el ayuno tenía 13 años: "Cuando eres pequeño lo ves con curiosidad, es algo que hace toda la familia y normalmente se deja a los niños experimentar con pequeños ayunos", asegura. "Es un mes especial y muy bonito. Casi todos los musulmanes lo hacen, no hacerlo sería no tener fe, es algo que te sale solo".


La celebración culmina con una oración conjunta al aire libre a primera hora de la mañana del día 30 del mes lunar en la que aprovechan para felicitarse por haber logrado pasar el Ramadán una vez más. Es Zaragoza, el acto será conducido por uno de los ocho imanes que hay en la ciudad.

El Islam en datos

El Coran contiene 46.439 palabras, "detrás de cada una se esconden diez virtudes pero la mayoría de la gente no lo sabe" advierte Salah As Sufi. Tan solo en Zaragoza hay 11 mezquitas, "pequeñas e insuficientes" para los 20.000 musulmanes que viven en la capital aragonesa. "Hubo un intento de comprar una parcela en Torrero para construir una grande como las que hay en Madrid o Valencia, pero pedían 3 millones de euros y era un coste inasumible", recuerda.


Salah As Sufi es de origen español pero abrazó el Islam hace ya 35 años, como él, otras 40 personas se han convertido al Islam en Aragón en los últimos años. Una cifra que aumenta, frente al paulatino descenso de los integrantes de la comunidad con el inicio de la crisis.