El número de sentencias por el alquiler de las viviendas desciende un 30%

Los elevados costes son la razón principal por la que los aragoneses prefieren intentar arreglar sus diferencias hablando que en los juzgados.

Bloque de viviendas en Zaragoza
El número de sentencias por el impago del arrendamiento desciende un 27%

La crisis ha provocado que muchas familias no puedan pagar sus alquileres. Sin embargo, a diferencia de otros años, los litigios por problemas en el arrendamiento de vivienda han descendido en Aragón. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las sentencias de este tipo se han reducido un 30% en el último año.


"Cada día hay menos gente que se mete en juicios para intentar recuperar una vivienda", explica Berta Portero, abogada especialista en procedimientos civiles. Ella ha pasado de tener dos o tres casos de este tipo al año a no llevar ninguno en este ejercicio.


Aunque la falta de pagos es el principal problema en el arrendamiento de viviendas, no es el único. El 13% de las sentencias o decretos que se han elaborado tienen que ver con que los alquilados realizaban actividades molestas o insalubres en el domicilio. Además, un 2% se producen por causas desconocidas.


Por provincias, Zaragoza es la que mayor cantidad de juicios acumula -90%- , seguida por Huesca -5,3%- y Teruel -4,7%-. La proporción es similar cuando se habla de la razón. Casi todos atienden a problemas de impago para realizar las reclamaciones al juez.


La razón de este descenso se suele encontrar en los elevados costes que conlleva contratar un abogado, un procurador, además de las correspondientes tasas, que hasta 2013 no existían. "En caso de una renta media de unos 400-500 euros el proceso puede salir por unos 2.000 euros, contando solamente con el abogado y el procurador", explica Berta Portero. A eso hay que sumarle las tasas judiciales, que de media cuestan 150 euros más el 0,5% de lo que se le debe al propietario. "Y si encima el inquilino no abre la puerta o ha abandonado la casa con anterioridad se debe costear un cerrajero que cuesta entre 100 y 200 euros más", puntualiza Portero.


Berta señala que mucha gente no tiene dinero para meterse en este tipo de juicios. "Por eso prefieren llegar a un acuerdo con el inquilino a comenzar una lucha judicial en la que ambos salen perdiendo", añade. En la mayoría de las ocasiones, las personas que no pagan la renta es porque su situación económica no se lo permite. "Por lo tanto, el arrendador denunciará pero no recuperará el dinero del alquiler, así que no merece la pena", subraya Portero.


Los litigios por los locales se mantienen

En el caso de los locales se produce un descenso mínimo que no supera el 5% con respecto al año 2012. Aunque las razones de impago suelen ser las más frecuentes -80%- tampoco han variado en los últimos años.


"Los que más van a juicio son los dueños de grandes locales, con rentas superiores a los 4.000 euros", explican desde Caldevilla Hogar, una empresa dedicada al alquiler de este tipo de espacios. Además, añade que cuando sabes que el inquilino no tiene posibilidades, lo que intentan es negociar con él, ya que muchas veces se prefiere tener a alguien que sepas que cuando pueda te va a pagar que buscar a otro que igual no lo hace en ningún caso.


La nueva garantía, los seguros de alquiler

Hasta hace aproximadamente tres años, tener un aval era necesario para el arrendamiento de una casa. "Ahora la tendencia ha cambiado, nosotros recomendamos a los arrendatarios que contraten un seguro de impago, al menos, durante el primer año", señala José Ángel Goyeneche de Landa Servicios Inmobiliarios.


Según datos de la Asociación para el fomento del Alquiler, el número de seguros ante el impago de rentas es habitual en el 70% de los contratos de arrendamientos. Aunque al principio pocas aseguradoras los ofertaban, ahora la gran mayoría ya los tienen.