Tras una primavera inusualmente calurosa, el verano, que comienza oficialmente este mediodía, llega con cambios. La nueva estación dará una tregua en sus primeros días y las elevadas temperaturas y las tormentas propias de esta época del año dejarán paso durante la próxima semana a acusadas caídas del mercurio –entre el lunes y el jueves las máximas podrían descender más de diez grados– y lluvias fuertes y generalizadas.

La razón de esta inestabilidad hay que buscarla, según explicó ayer el delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rafael Requena, a "una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera" que en estos momentos se encuentra sobre el Atlántico, al oeste de Portugal, pero que en los próximos días está previsto que avance hacia el interior de la Península.

Y si sigue la trayectoria prevista, podría alcanzar Aragón el martes por la tarde, avanzó Requena, lo que dejaría "precipitaciones fuertes y generalizadas", advirtió, si bien insistió en que los meteorólogos siguen"muy pendientes" de cómo evolucione la situación en las próximas horas, con el fin de determinar con mayor exactitud hacia dónde se moverá esa baja que inestabiliza la atmósfera.

Las lluvias provocarán además una caída de las temperaturas que será acusada en todo Aragón. Por ejemplo, en Zaragoza el mercurio podría pasar de los 35 grados que se esperan mañana domingo a los 21 en los que se podrían quedar el jueves. En Huesca, de los 34 de ayer se pasará a solo 20 el miércoles, y en Teruel no pasarán de los 19 ni el martes ni el miércoles. Y en la montaña, el ambiente no será fresco sino frío, como en Benasque. Allí se prevén hoy 22 grados de máxima, pero el jueves podrían quedarse en 13, mientras que la mínima no se espera que supere los 5 grados ese día.

No obstante, Rafael Requena puntualizó que el descenso térmico previsto no está relacionado con la entrada de viento, sino con las lluvias"intensas" que se esperan para la tarde del martes y toda la jornada del miércoles."No llegará aire frío del norte", aclaró el delegado de la Aemet en la Comunidad.

No lo hará acompañando a las lluvias, pero sí que es probable, avanzó Requena, que el cierzo vuelva a soplar a partir del jueves, situación que se mantendría hasta finales de la próxima semana, según marcan las predicciones con las que se trabaja en estos momentos.

Mientras, el calor y las tormentas seguirán siendo protagonistas durante este fin de semana y el comienzo de la siguiente. Hasta la pasada madrugada permaneció activada la alerta amarilla por tormentas en las Cinco Villas, la Ibérica zaragozana y la ribera del Ebro. Hoy los chubascos podrían ser localmente fuertes en el Pirineo y moderados en el resto.