Cerca de 90.000 trabajadores en Aragón, atrapados por el 'subempleo'

Tienen capacitación y disponibilidad para trabajar más y en puestos más cualificados, pero no encuentran alternativas.

Un grupo de trabajadores de la construcción
Casi 90.000 trabajadores aragoneses se sienten atrapados por el 'subempleo'

Profesionales con títulos superiores y disponibilidad completa para trabajar pero que solo consiguen encontrar empleo en puestos de media jornada que están por debajo de su cualificación. Ese es el perfil de los llamados 'subempleados', una clasificación que llevaba años aparcada en los estudios de empleo pero que la crisis ha vuelto a sacar punta. Según el último informe anual de la Encuesta de Población Activa, 89.400 aragoneses cerraron el 2013 en un puesto de trabajo que no colmaba sus expectativas, bien porque no realizaban las horas suficientes para completar un sueldo que cubriera sus gastos, o porque no se correspondía con la cualificación a la que ellos aspiran. El 18% del medio millón de personas que en la actualidad tienen empleo en la Comunidad. Un drama cada vez más encorsetado por la difícil mezcla de resignación y alegría que supone encontrar un empleo, por poco adecuado que sea, en tiempos de crisis.


El porcentaje de trabajadores que no se sienten satisfechos con sus puestos de trabajo se ceba especialmente con los dos tramos de edad que más están notando el desempleo. Jóvenes con escasa experiencia y mayores de 45 años que hasta ser despedidos disponían de empleos de media cualificación. Dos colectivos “desamparados” por el sistema laboral, que ya no crea empleos para gente con alta capacitación, según denuncian los sindicatos.


“Hay una nueva situación en la que tener un puesto de trabajo no es una garantía de autosuficiencia”, señalan desde el área de empleo de UGT, donde indican que la pérdida del número de asalariados y la temporalidad ya instalada en los nuevos contratos hacen que esta situación sea difícil de solucionar.


“Nos estamos encontrando con una circunstancia que puede ser problemática a medio plazo”, explica el secretario de Empleo y Formación de CC.OO. Aragón, Juan Carlos Cantín: “Antes era habitual que gente joven compaginara o buscara empleo de escasa formación de forma temporal, sin embargo, ahora existe el riesgo de que estas personas se 'acomoden' o se conformen con sus puestos de trabajo y vayan empalmando contratos temporales y de media jornada con la única aspiración de conseguir más horas y por lo tanto aumentar sus ingresos”. Una situación “que desperdicia el alto nivel de cualificación” que había logrado la sociedad española, recalca.


Además, los sindicatos también han detectado el aumento de personas de mayor edad que tras ser despedidos agotaron el subsidio de desempleo buscando un trabajo en el que obtuviera una remuneración similar a la que percibían. Personas, “que se dan de bruces con la realidad” y que solo encuentran empleo al rebajar sus expectativas, señalan desde CC.OO.

“Si me ofrecen quedarme, me costará decir que no”

Uno de los casi 90.000 aragoneses que se siente subempleados es Sergio C.V., un zaragozano licenciado en Arquitectura Técnica que tras más de un año rematando su formación con cursos y especializaciones solo ha encontrado empleo en un almacén de Plaza en el que no cuenta con horario fijo. Hasta ahora, ha ido hilando contratos temporales durante 6 meses que espera seguir prorrogando hasta que la empresa le proponga un contrato de mayor estabilidad. Una opción a la que le costaría “decir que no”, según confiesa, a pesar de no desempeñar ninguna función relacionada con su titulación.


“Si ahora mismo pudiera renovar de una forma prolongada, me lo pensaría, pero creo que diría que sí”, explica Sergio, quien también entiende que con esta circunstancia quizá esté descuidando su futuro dentro del campo en el que se formó, donde hasta ahora no ha encontrado opciones de trabajo reales.

Mujer joven y sector servicios, la ecuación más repetida

Los sindicatos ubican el alto grado de insatisfacción y de identificación de subempleo entre los trabajadores -ha subido un 30% en los últimos 3 años- en la “precarización” del panorama laboral. “Esta situación es consecuencia directa de la reforma laboral y de medidas como los contratos de formación”, explica Cantín, quien no acaba de encontrar una solución rápida al problema. “Es complicado porque estamos yendo hacia un sistema en el que el que el sector servicios y el trabajo de baja cualificación está copando las pocas ofertas de empleo que hay”, señala, identificando un panorama “con trabajos con pocas horas y sueldos bajos” que según los datos de la EPA afecta especialmente a la mujer. No en vano, más del 60% de los subempleados aragoneses (55.800), son mujeres con un empleo que no se corresponde a su formación y que apenas llega a la media jornada.