Un tromba de 93 litros en apenas dos horas inunda calles y casas en Almudévar

El primer episodio importante de lluvias registrado en Aragón desde el inicio de la primavera dejó ayer pluviometrías de entre 10 y 40 litros por metro cuadrado (l/m2) en prácticamente todo el Pirineo y en el pasillo central que va desde Zaragoza hasta el Alto Gállego. Las precipitaciones fueron especialmente intensas en el municipio oscense de Almudévar, donde las tormentas llegaron a ser torrenciales

–cayeron 93 l/m2 en poco más de dos horas– y provocaron la inundación de algunas calles y casas.

Por contra, las zonas más afectadas por la fuerte sequía meteorológica de los últimos meses apenas recibieron precipitaciones. En las Cinco Villas, los Monegros, el valle del Ebro, las comarcas zaragozanas de la margen derecha y toda la provincia de Teruel prácticamente no se recogió ni una gota, por lo que se sigue acentuando la falta de lluvias que ya afecta gravemente a las cosechas de invierno.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), 81 de los 93 l/m2 registrados ayer en Almudévar cayeron entre las 17.00 y las 19.00. De hecho, en una sola hora se recogieron 61 l/m2, lo que significa que las lluvias llegaron a ser torrenciales. No obstante, el alcalde, Antonio Labarta, explicó que en el pueblo de San Jorge, a solo siete kilómetros, cayeron 18 l/m2 y en Valsalada, 8 –al ser tormentas muy locales, hubo grandes diferencias de pluviometría–.

La tromba comenzó sobre 16.30 y se quedó enclavada durante más de una hora encima de la población. "Incluso ha caído piedra del tamaño de una lenteja", describió Labarta. Fue la zona baja del pueblo la más afectada, donde confluyen todas las vías que provienen de la colina sobre la que se asienta el pueblo. Las calles se anegaron sin que el agua superara la altura de las aceras y algunos sumideros y registros rebosaron.

La Guardia Civil, que recibió muchas llamadas de vecinos, colocó una cinta para precintar el acceso a la villa por la licorera. Y el agua entró en algunas viviendas, garajes, sótanos e incluso en el centro cultural. "Se han caído placas de escayola. La casa de al lado está en mal estado y al parecer se ha filtrado el agua", relató el alcalde.

Los bomberos tuvieron que achicar el agua en alguna casa del casco, en viviendas situadas en la parte baja, en la urbanización La Sabina e incluso en alguna granja. "Los animales eran altos, terneros, y les llegaba agua a la cintura –comentó Labarta–. Protección Civil, la Guardia Civil y la brigada municipal han trabajado muchísimo, sin descanso", insistió cuando ya eran las 21.00 y los bomberos seguían sacando agua de la nave ganadera.

El regidor también destacó que el chaparrón fue tal que barrancos y acequias bajaron al límite. "Más vale que la Confederación las había limpiado recientemente, si no se inundan todos los campos y algunas zonas cercanas al casco", dijo. En poblaciones como Tardienta, Torralba y Senés de Alcubierre cayeron entre 20 y 30 l/m2 en 15 minutos, lo que anegó algunas fincas agrícolas. Además, cayeron con algo de piedra, si bien al ir acompañada de tanta agua y tener un pequeño tamaño se cree que no ha provocado daños, según explico el presidente de Asaja Huesca, Fernando Luna. También granizó en el puerto de Monrepós.

En Arguis se recogieron 37 l/m2; en Isín (Sabiñanigo), 36;en Búbal, 35;en el aeropuerto de Huesca y en Betés (Biescas), 33; en Panticosa, 32;en Yésero, 31; en Formigal, 30; en Nerín (Fanlo), 27;en Candanchú y Fiscal, 19; y en Canfranc, 16.

En Zaragoza capital también hubo pluviometrías significativas, ya que en la desembocadura del Gállego se recogieron 20 l/m2. No obstante, nuevamente fueron tormentas muy locales y variables, ya que, por ejemplo, en Casablanca solo cayeron 7 y junto al canal Imperial se registraron 11.