Las monitoras se movilizarán si Educación recorta el horario de comedor

Las trabajadoras denuncian que si se deja solo una hora y media de descanso, los padres seguirán pagando lo mismo pero sus hijos recibirán un servicio de peor calidad

Los bomberos achican agua en una vivienda anegada de Almudévar.
Los bomberos achican agua en una vivienda anegada de Almudévar

El colectivo de monitoras de comedor celebrará el día 28 una asamblea para acordar las medidas que tomará si el Departamento de Educación aprueba finalmente que los colegios puedan rebajar de dos horas a una hora y media el descanso mínimo entre las clases de la mañana y de la tarde. Si se aplica el cambio, las trabajadoras verán recortado su salario –cobran por horas y jornadas– y advierten de que la calidad del servicio se verá afectado. "No serán comedores, serán comederos. Los niños apenas tendrán tiempo para tomar los menús, pero sus padres seguirán pagando lo mismo", asegura la representante de las monitoras desde la federación de Servicios de UGT, Ana Royo.


La reunión se celebrará en la sede de ese sindicato en Zaragoza (calle de JoaquínCosta, 1) y en ella se animará a las trabajadoras a presentar alegaciones al borrador de las nuevas normas de organización y funcionamiento de los centros, que es el que regula el tiempo de los descansos. Si Educación no rectifica, el colectivo propondrá movilizaciones y otro tipo de acciones.


"Se servirán los mismos menús, las empresas cobrarán lo mismo que hasta ahora por ellos, pero a nosotras nos pagarán menos. No nos salen las cuentas. Es una reducción de media hora en jornadas de trabajo de dos horas. Es una barbaridad", argumenta Ana Royo.


En la actualidad, las familias aragonesas pagan 96 euros al mes y 6,81 euros por día suelto para que sus hijos coman en el colegio y el precio se mantendrá congelado el próximo curso. Con esa cantidad se cubre el menú y el salario de las monitoras. Este último se verá reducido si quitan media hora al descanso del mediodía, pero el precio que abonan los padres no variará.


Las monitoras temen también que los cambios en el descanso sean un primer paso para la implantación de la jornada continua y con ella dicen, la supresión del comedor o la pérdida de comensales. De momento, este horario de clases solo por la mañana solo se aplica en un colegio de Monzón y el Departamento de Educación descarta ampliar el programa piloto a otros centros a corto plazo. La Consejería considera que no hay tiempo para pruebas el curso que viene, ya que cambiar los horarios requiere un profundo debate con la comunidad educativa. Además, la DGA recalca que los horarios propuestos en el nuevo borrador (con la posibilidad de recortar el tiempo del mediodía) no significa que deje de haber clases por la tarde. De hecho, el documento dice que la sesión vespertina deberá seguir siendo de mínimo una hora y media.