Una nueva alergia a una proteína de frutas y verduras afecta ya a cientos de aragoneses

Calculan que 40.000 personas serían sensibles a la LTP, pero pocas están diagnosticadas.La reacción se desata al hacer ejercicio o ingerir antiinflamatorios tras tomar los vegetales

Frutas, vegetales y frutos secos
Frutas, vegetales y frutos secos
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Alergias por contacto a cosméticos, a medicamentos, a las moras o incluso al sésamo del pan de la hamburguesa son algunas de las reacciones alérgicas más atípicas que ven los alergólogos en sus consultas. Pero, sin duda, lo que más quebraderos de cabeza causa en estos momentos a los especialistas es el aumento de brotes alérgicos a una proteína de las frutas y verduras, la LTP. Calculan incluso que unos 40.000 aragoneses podrían ser sensibles a ella en diferentes grados, aunque por ahora todavía hay muy pocos diagnosticados.


La presencia de esta proteína transportadora de lípidos, que genera la propia planta como forma de defensa o protección frente a las invasiones de patógenos y plagas, ha aumentado de forma significativa a lo largo de los últimos años. Algunas de las frutas que acumulan más LTP son, por ejemplo, el melocotón, el albaricoque, la fresa, la manzana, la cereza, la nectarina o la ciruela (sobre todo en la piel), pero también está presente en otros vegetales como una simple lechuga, un plato de judías verdes o incluso en los frutos secos.


Los síntomas que origina está alergia son variados y pueden ir desde un simple picor en la boca o los labios, una erupción en la piel (urticaria) hasta reacciones sistémicas graves, como un choque anafiláctico, que puede desencadenar una parada cardiorrespiratoria en poco tiempo y poner en peligro la vida de la persona.


Lo que por ahora se sabe es que ataca con más frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes, y que los que más riesgo tienen de desarrollar la hipersensibilidad a esta proteína son los alérgicos al polen. De hecho, los expertos estiman que un 90% de estos acaban o acabarán padeciendo también de forma complementaria esta alergia. No obstante, el resto, un 10%, la sufre sin ningún motivo aparente.


Sin embargo, una de las cuestiones que más desconcierta a los especialistas son las propias peculiaridades que acompañan a esta alergia. El jefe del servicio de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza, Carlos Colás, explica que las reacciones alérgicas a esta proteína "solo se manifiestan si se dan unas determinadas circunstancias".


Por ejemplo, se ha comprobado que actúan como adyuvante de la proteína o ayudan a su absorción en el intestino la ingesta de cualquier antiinflamatorio o la realización de ejercicio físico intenso. "Por eso a pacientes sensibilizados a la LTP se les aconseja que eviten tomar alimentos vegetales crudos durante las cuatro o seis horas antes o después de estos hábitos", apunta el especialista. Además, aunque en menor medida, los expertos consideran que puede ayudar a desencadenar una reacción alérgica a esta proteína la ingesta de alcohol o una situación hormonal concreta de las mujeres (por ejemplo, en periodo premenstrual).


"Realmente, es una alergia que ha complicado la vida de los pacientes, pero también de los especialistas. Hay gente que incluso piensa en un principio que lo que ha causado la alergia es un antiinflamatorio y ni tienen en cuenta que antes ha tomado alguna fruta o verdura", asegura Colás, que aunque reconoce que hace algunos años aparecieron los primeros casos, es ahora cuando los expertos están debatiendo, investigando y analizando cómo se desarrolla esta hipersensibilidad.Tratamiento para la reacción

Algo que los alergólogos ya conocen es que en ocasiones este alérgeno se destruye o al menos sus efectos se reducen con calor. Por eso, algunos pacientes toleran la ingesta de vegetales si se cocinan (sobre todo, los que acumulan poca cantidad de proteína). Sin embargo, no en todo tipo de situaciones y pacientes esta es la solución.


Así, el tratamiento que se recomienda si los síntomas son suaves es la toma de antihistamínicos, pero si la situación es grave, el paciente puede llegar a necesitar una inyección de adrenalina, que él mismo puede inyectarse en un momento determinado. Lo que parecen tener claro los especialistas es que el número de afectados por esta alergia aumentarán con los años. Por ahora, son los países de la cuenca mediterránea los que más sufren sus consecuencias. Aragón, además, puede sufrir sus efectos de una forma más drástica. "Hay que tener en cuenta que el plátano de sombra tiene mucha de esta proteína y las calles de Zaragoza están llenas de este", aseguró el jefe del servicio de Alergología del Clínico.