El debate sobre el trasvase del Ebro se cuela en la campaña por las europeas

Desde Murcia y Valencia los grandes partidos han vuelto a retomar la polémica.

El Ebro a su paso por Zaragoza
El Ebro a su paso por Zaragoza
CARLOS MONCÍN

Diez años después de su derogación en 2004, la polémica sobre el trasvase del Ebro ha vuelto a colarse en la campaña hacia las elecciones europeas del próximo 25 de mayo. Pese a que no haya copado gran peso dentro de los discursos de sus candidatos, PP y PSOE han vuelto a nombrar de un modo u otro las opciones que planteaba el anterior Plan Hidrológico Nacional, ya sea para usarlo como arma arrojadiza hacia sus contrincantes como para recuperar anhelos y miedos en las comunidades implicadas.


Aunque este domingo el candidato popular a las Europeas, Miguel Arias Cañete, omitiera la palabra trasvase en los actos que protagonizó en Zaragoza y Calatayud, la caja de Pandora ya venía abierta desde Murcia cuando en el acto inicial de su campaña el ex ministro de agricultura criticara la eliminación de anterior PHN al lado del nuevo presidente Murciano, Alberto Garre, quien tras llegar al cargo el pasado mes de abril tardó poco en retomar el asunto. “Hace falta una planificación hidrológica nacional que, además del trasvase Tajo-Segura, recoja el trasvase del Ebro a toda la costera mediterránea”, dijo Garre cuatro días después de suceder al frente de la comunidad murciana a Ramon Luis Varcárcel, quien dimitió precisamente para formar parte de las listas europeas del Partido Popular.


Como en anteriores ocasiones, una vez abierto, el debate se trasladó rápidamente a otro de los territorios implicados, la Comunidad Valenciana, aunque, esta vez, incitado por parte del PSOE. Allí, este sábado, en el acto central de Elena Valenciano en la comunidad levantina el presidente de los socialistas valencianos, Ximo Puig, echó en cara al PP que incumpliera su promesa de “traer el agua del Ebro porque era necesaria”. Unas declaraciones que, al igual que las del presidente murciano con respecto al PP, rompen con el dirscurso mantenido por la dirección socialista y que este lunes contestaba el presidente valenciano Alberto Fabra, que en declaraciones recogidas por Europa Press replicaba a Puig que aún “no se hubiera dado cuenta de que el trasvase lo derogó Zapatero”.


“Estamos acostumbrados a ver cómo cada uno cambia el discurso de los partidos en función del público, sin que nadie se atreva a dar carpetazo definitivo al trasvase”, comenta Julián Ezquerra, portavoz de la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET), quien dice tener claro “que se mantiene la idea de volver a retomar tarde o temprano el trasvase del Ebro. Ya no será una gran obra desde el Ebro hasta Levante, sino que se irá haciendo poco a poco, interconectando todas las cuencas”, esgrime, señalando la aprobación de la nueva ley de Evaluación de Impacto Ambiental, que permite a “usuarios privados negociar la compra-venta de derechos de agua”, como el primer paso hacia tal propósito.

El Plan Hidrológico Nacional, aparcado durante toda la legislatura


En Aragón, donde PP y PAR incluyeron en su pacto de gobierno oponerse al trasvase, todos los partidos políticos que concurren a las europeas coinciden al negar categóricamente cualquier vuelta al anterior proyecto, algo que no ha evitado que el PSOE aragonés use la faraónica obra como arma arrojadiza contra la candidatura de Arias Cañete. Sin ir más lejos, a la vez que el ex ministro de agricultura omitía en Zaragoza el asunto, Javier Lambán y la eurodiputada socialista Inés Ayala protagonizaban en el puente de Santiago de Zaragoza un acto “en defensa del Ebro y de cualquier intención trasvasista”.


Así las cosas, y a pesar de que de nuevo el trasvase haya vuelto a la palestra con motivo de las europeas, lo cierto es que el trasvase del Ebro como tal no ha vuelto a colarse en ningún plan específico durante las dos últimas legislaturas. Ni lo hará, a priori, antes de la próxima, tal y como aseguró la nueva ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, en el Congreso de los diputados, donde señaló que “no existe borrador alguno del PHN”, aunque evitando aclarar específicamente si el Ebro podría entrar, o no, dentro del nuevo proyecto.