Los aragoneses fuman 1,2 millones de cajetillas de tabaco ilegal al año

El Estado pierde mil millones de euros anuales por los cigarrillos de contrabando, la mayoría en Andalucía.

Tabaco incautado por la Guardia Civil en Zaragoza
Tabaco incautado por la Guardia Civil en Zaragoza
G.C.

Las estadísticas vienen anunciando en los últimos años una continua reducción del consumo de tabaco en Aragón y en todo el país. La crisis, el encarecimiento del precio de las cajetillas, la concienciación social, un mayor cuidado de la salud... Todos ellos, argumentos esgrimidos para explicar esta tendencia a la baja.


Sin embargo, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, las compañías tabacaleras e incluso muchos fumadores añaden otra explicación, cada vez más presente: el tabaco de contrabando. Según un reciente informe de la compañía Altadis -aunque es parte implicada, es uno de los primeros estudios detallados sobre esta problemática-, el 11,3% de los cigarrillos consumidos en el país es ilegal.


En este sentido, los aragoneses pueden sentirse orgullosos, ya que es la Comunidad con un menor índice de tabaco ilícito en el mercado, tan solo el 1,6%, pero que a lo largo de un año supone el consumo de 1,2 millones de cajetillas de cigarrillos. En términos económicos, las arcas del Estado dejan de ingresar en concepto de impuestos 5 millones de euros en Aragón, y más de 1.000 en toda España.


A ello contribuye, sobre todo, el contrabando de tabaco que se registra en Andalucía, el territorio más afectado, donde casi la mitad del consumo proviene del mercado negro. De ahí los recientes esfuerzos del Ministerio del Interior por atajar su introducción a través de Gibraltar.


Mientras las autoridades sanitarias celebran la caída de las ventas de tabaco como síntoma de un menor consumo -los aragoneses gastaron el año pasado 8 millones de euros menos en los estancos que en 2012-, los vendedores aseguran que buena parte de esos antiguos clientes se abastecen ahora en el mercado negro.


Y eso pese a que tanto los médicos como los cuerpos de seguridad han alertado en repetidas ocasiones sobre los peligros de consumir este tipo de producto. Los responsables de Aduanas estiman que el 90% de los cigarros que entran en España de forma ilegal son falsos, y contienen productos muy peligrosos para la salud de las personas.


Pero para muchos, el precio sigue siendo la principal causa para huir de los canales de venta habituales. En Zaragoza, por ejemplo, la Policía señala a ciertos establecimientos chinos, bares universitarios y del Casco Histórico, el top manta, e incluso plazas donde se 'intercambian' todo tipo de objetos, como los lugares más habituales de la compra-venta de tabaco ilícito. En estos casos, una cajetilla, que ya roza los 5 euros en los estancos y máquinas expendedoras (el 80% de ese precio va a parar a impuestos), puede conseguirse hasta un 35% más barata.

Por tierra, mar y aire

Para combatir este tipo de mercado ilícito, las fuerzas de seguridad ponen especial ahínco en la detección de las cajetillas en las fronteras o antes de que lleguen al vendedor final. El aeropuerto de Zaragoza es uno de los objetivos de control.


Pero también las carreteras. En noviembre del año pasado, la Guardia Civil se incautó de 8.250 cajetillas de tabaco en la A-2, a la altura de Alfajarín, al interceptar un vehículo sospechoso. La mercancía procedía de Andorra y estaba valorada en 34.500 euros.


Un mes después, en una operación conjunta entre la Agencia Tributaria y la Guardia Civil, se detenían a 31 personas acusadas de distribuir en España tabaco ilegal llegado, de nuevo, de Andorra. Varios de los arrestos se efectuaron en Zaragoza, una de las provincias donde actuaban.


De igual forma, los puertos son una puerta de entrada al país de este tipo de mercancía. Este pasado jueves se interceptaron en el de Barcelona 512.500 cajetillas de contrabando valoradas en 2,4 millones de euros.