El paro lastra las peticiones de residencia, que bajan a un ritmo de 2.000 al año

Hasta octubre del año pasado, el Gobierno recibió 8.206 solicitudes desde la Comunidad y aprobó 7.332.

La población inmigrante del Perpetuo Socorro alcanza ya el 23% y duplica la media de Huesca
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RAFAEL GOBANTES

El número de ciudadanos extranjeros residentes en Aragón no ha dejado de caer desde que la situación económica comenzó a empeorar en 2008. El paro es la principal clave de este éxodo, que también complica la situación de quienes quieren optan por seguir residiendo en España. Con una tasa de desempleo que ronda el 36% a nivel nacional el colectivo inmigrante cada vez pide menos permisos de residencia desde la Comunidad, aunque la tasa de aprobaciones siga siendo muy elevada, porque a la hora de demostrar su arraigo pesa sobre todo su situación laboral y la de la mayoría de inmigrantes es precaria o inexistente.


A lo largo de los diez primeros meses del año pasado se registraron 8.206 solicitudes de residencia y 7.332 obtuvieron el visto bueno, según los datos facilitados por el Gobierno central. A falta de los datos de noviembre y diciembre de 2013, todo parece indicar que se registrará otra caída interanual de las peticiones, como ya sucedió en 2012.


Ese año se solicitaron desde Aragón un total de 12.085 peticiones de residencia, mientras que en 2011 las solicitudes casi llegaron a las 14.000. A una media de unas 820 peticiones al mes, 2013 podría cerrar en torno a las 10.000 peticiones. De todas las solicitudes tramitadas el año pasado, nueve de cada diez fueron aprobadas.


Según explica Katrina Belsué, de SOS Racismo Aragón, detrás del descenso de las solicitudes está el paro. Belsué explica que el sistema de concesiones de permisos de residencia está muy ligado a la capacidad productiva y económica, porque para demostrar el arraigo en España se prima, sobre todo, que la persona que lo solicita tenga un trabajo. "Se les trata como mano de obra, no como personas", valora Belsué.


La portavoz de la oenegé aragonesa califica de "injusta y preocupante" la situación que vive el colectivo inmigrante y considera que los requisitos para obtener los permisos de residencia deberían "flexibilizarse" y adaptarse a la situación actual.


Estudiar cada caso de "forma individualizada"

Las peticiones fundadas en el reagrupamiento familiar se sitúan entre las que más bajan porque, según Katrina Belsué, se piden demasiados requisitos que es muy difícil cumplir.


También bajan de forma considerable las renovaciones, por los inmigrantes que deciden abandonar el país y por aquellos que consideran que se les va a denegar y no emiten su petición porque la misma les supone tiempo (hay que reunir varios documentos oficiales que los inmigrantes tienen que pedir en ocasiones a sus países de origen) y dinero (es necesario pagar unas tasas, tanto en España como ante las administraciones de sus países).


"Consideramos que un reglamento con unos requisitos establecidos siempre es necesario porque representa seguridad jurídica, pero también creemos que cada caso debe estudiarse de forma individualizada", reflexionan desde SOS Racismo. "Los criterios numéricos suelen ser injustos, hay que tener en cuenta otras circunstancias que permita a estas personas demostrar que su arraigo en España es verdadero", añaden.