Avelina Arnal (Alfamén, 1927) ha vivido en Alfamén desde el día que nació. Allí ha desarrollado su vida formando, junto a su marido Miguel, la pareja más longeva del pueblo.

La infancia de Avelina se desarrolló entre locuciones radiofónicas y paseos al campo de aviación cercano al pueblo porque "no había nada mejor que hacer". Conforme fue creciendo, sus padres, también naturales de Alfamén, le permitían salir de vez en cuando al baile "especialmente la noche de San Roque" aunque recuerda que "a las 00.00 venían siempre a buscarme". La mayor de cuatro hermanos, Avelina recuerda el cambio que ha dado su pueblo desde que era joven: "Ahora está mucho mejor, es más moderno y hay más gente. Yo recuerdo Alfamén con 300 o 400 personas, a día de hoy viven unas 1.500. Además, antes solo había olivos y viñas".

Asegura que antes Aragón "era más duro" aunque no olvida las cosas buenas: "Los aragoneses son muy familiares, además, la comida aquí es buenísima".

También afirma que en el pueblo no había teléfono ni farmacia: "Nos íbamos a Almonacid de la Sierra para poder comprar medicinas o hablar. Antes aquí solo había dos tiendas de comestibles, dos panaderías, dos carnicerías y una lechería". Ante la falta de tiendas, su marido y ella decidieron montar una verdulería: "Él iba a pueblos como Cariñena o La Almunia en carro a comprar la mercancía y yo me quedaba en casa. Cuando volvía le ayudaba".