Si es cierto que la necesidad agudiza el ingenio, en esto años de penurias económica la imaginación cotiza al alza con tal de conseguir ingresos como sea. Hay quien incluso supera los límites de la legalidad para salir del paso. Solo en los nueve primeros meses del año pasado la Guardia Civil se había incautado de más de 465 kilogramos de marihuana . El año anterior, apenas 35. “Es una actividad muy rentable y muchos caen en el error de intentarlo”, señalan los agentes.

Pero, ¿es posible obtener esa rentabilidad tan necesaria para tantas familias en apuros sin arriesgarse a una condena? Los expertos aseguran que no existe el dinero fácil, rápido y sin riesgos, pero sí vías para obtener un rendimiento económico alternativo, o adicional, al salario mensual.

Al menos eso piensa Antonio Obonero, un joven zaragozano que complementa su nómina como dependiente en un centro comercial con las inversiones en bolsa. “No hace falta ser un experto, pero sí formarse un poco y actuar con cabeza”, explica. Con esa fórmula asegura que obtiene de media unos ingresos adicionales de entre 500 y 1.000 euros al mes en la compra-venta de acciones.

“Siempre me han gustado los números, y al principio ayudaba a mis padres a elegir en qué depósitos, fondos o plazos meter los ahorros”, relata. “Poco a poco fui informándome más y vi que la Bolsa podía ser una opción interesante”.

Antonio asegura que conoce a mucha gente en su situación, con los que comparte estrategia: “Hay que diversificar, y no confiar todo tu dinero en un mismo lugar. Yo suelo invertir un porcentaje en algo que da poca rentabilidad pero es fiable, otra parte en mixtas, y finalmente algunas más arriesgadas”.

De esta forma “no me haré millonario, pero consigo un plus mensual que me viene genial para mis gastos”, reconoce. Casos como el suyo cada vez son menos extraños. Así lo confirman los profesionales del sector inversor. “En los últimos años vemos más gente que se lanza a realizar inversiones, algunas demasiado arriesgadas”, explica Pilar Barcelona, delegada en Aragón de la EFPA (European Financial Planning Association) .

“Llevamos dos años de represión financiera, es decir, los tipos están muy bajos, lo que beneficia a las deudas pero perjudica a los ahorradores, que obtienen mucha menos rentabilidad”. Ante este panorama, “mercados como la Bolsa, que ha aumentado su actividad notablemente, ganan adeptos”.

Pero ante todo, Barcelona recomienda “prudencia” y que la gente “no se deje llevar por posibles rentabilidades muy altas” porque “igual que pueden ser positivas, pueden ser negativas”.

Negocios de todo tipo

Más allá de las inversiones, uno de los clásicos a la hora de hacer dinero es el éxito empresarial 'express'. Y la red está plagada de casos. El sector de la nuevas tecnologías ha alumbrado nuevos millonarios gracias a saber ofrecer el producto adecuado en el momento idóneo.

Nombres como Zuckerberg (Facebook), Parker (Napster) o Page (Google), dieron el pelotazo en su momento. En España tampoco faltan los ejemplos, y en la mayoría de los casos, responden no solo a la casualidad del instante, sino a una visión estratégica de lo que el consumidor necesita.

Otros en cambio aprovechan los momentos de necesidad de la gente para hacer negocio, aunque eso sí, legal. Es el caso de las empresas dedicadas a la compra a la baja de productos como las herencias.

“Si usted es propietario de una parte de piso de un inmueble o de una herencia y lo quiere vender, nuestra empresa lo puede comprar, no importa que provenga de una herencia o donación pues comprar y luego vender un piso o parte indivisa de inmueble es un trabajo que nuestra empresa realiza con esmero obteniendo un valor añadido que hace que la operación sea una labor sencilla. Si usted dice “vendo mi herencia”, nosotros estamos interesados en comprarla”, señala uno de los muchos anuncios que se pueden encontrar por internet.

El golpe de suerte

Sin embargo, la forma más popular de ganar un dinero extra siguen siendo los juegos de azar. Pese a que la crisis, la Ley Antitabaco e internet han dado un duro golpe al juego presencial en casinos y bingos de la Comunidad, la lotería y las apuestas en la red canalizan un buen puñado de millones de euros aragoneses.

Las imágenes de los afortunados descorchando champán tras ser agraciados con el Gordo de Navidad se quedan bien grabadas en la retina, y pocos se resisten a probar suerte a la espera de ese golpe que les saque de sus apuros.

En 2012 se vendieron en Aragón boletos por valor de 281 millones de euros, lo mismo que en 2011, y 'solo' 32 menos que en 2008, según la última Memoria del Juego presentada por el Ministerio de Hacienda.

De los sorteos públicos, la Lotería Nacional es la preferida en la Comunidad, con 176 millones invertidos, seguida de la Primitiva (48) y el Euromillones (34). Por su parte, la ONCE mantiene cierta estabilidad en su ventas, en buena parte gracias a su labor social.

Del pasatiempo a la forma de vida

Pero si hay una modalidad de juego que ha vivido un ‘boom’ en los últimos años esa es el póquer. El naipe americano por excelencia dio un salto mundial de la mano de un desconocido contable estadounidense. Chris Moneymaker se clasificó a través de internet, y por tan solo 39 dólares, para el mayor torneo del mundo, las World Series of Poker (WSOP) en el año 2003.

Como si de una película de cine se tratara, el hasta entonces anónimo jugador se impuso a miles de contrincantes para alzarse con el primer premio: 2,5 millones de dólares. A partir de entonces, y de la mano de plataformas online, el juego de cartas se extendió como la pólvora.

La mezcla de estrategia, suerte, rivalidad y unas suculentas ganancias al alcance de la mano hicieron el resto. Miles de personas en España -muchos de ellos aragoneses- se dedican exclusivamente al póquer, con ‘sueldos’ mensuales inimaginables hasta hace unos pocos años.

Buen representante de esta nueva ola es el joven Adrián Mateos. Con tan solo 19 años se impuso hace unos meses en las WSOPE (la versión europea) ganando un millón de euros. Ahora vive en Londres -la presión fiscal es menor que en España- donde se gana la vida haciendo lo que más le gusta: jugar a las cartas.