Los saqueadores se ceban con las miles de viviendas vacías y obras paradas en Aragón

Roban materiales y electrodomésticos, que luego venden en el mercado negro. La Guardia Civil desarticula varias bandas que actuaban en el área metropolitana de Zaragoza.

Varios radiadores confiscados en una operación
Los saqueadores se ceban con las miles de viviendas vacías y obras paradas

Es como un enorme supermercado, sin clientes ni trabajadores, y en muchas ocasiones, sin vigilancia. Las miles de viviendas vacías y promociones inacabadas en Aragón se han convertido en un blanco fácil para bandas organizadas que se dedican a saquearlas.


Su objetivo, todo tipo de material: calderas, grifería, radiadores, cableado de la instalación eléctrica de la vivienda, en algunos casos carpintería... "Incluso, si la obra está muy avanzada, han llegado a sustraer los electrodomésticos", explican fuentes de la Guardia Civil de la provincia de Zaragoza.


Porque es en las poblaciones más crecientes del entorno de Zaragoza donde los ladrones encuentran más posibilidades de 'negocio', ya que en la actualidad hay más de 10.700 viviendas nuevas sin comprador. En el conjunto de Aragón esa cifra roza los 18.000 inmuebles.


Muchos de ellos son chalets, unifamiliares o promociones a las afueras de municipios como Cuarte de Huerva, La Muela o Muel, donde el escaso paso de vehículos o vecinos y la falta de iluminación permite a estas bandas actuar con más facilidad.


"Estos robos suelen producirse en promociones de viviendas inacabadas, acabadas pero que no han llegado a venderse o incluso en edificios en los que hay pisos habitados pero en un porcentaje muy bajo de ocupación", señalan desde la Guardia Civil, donde trabajan para acabar con estas prácticas.


Fruto de esa labor se han llevado a cabo varias operaciones con detenidos. En septiembre de 2012, equipos especializados en la investigación de delitos contra el patrimonio de la Guardia Civil centralizaron los datos de varias denuncias e iniciaron la denominada operación Wuecha, que concluyó con siete detenidos y dos imputados por robos en viviendas recién construidas en Zaragoza, Huesca y Navarra.


Se intervinieron gran cantidad de electrodomésticos, herramientas de construcción, dos turismos y dos remolques, que tenían como destino su venta en el mercado ilegal en España y Rumanía. El año pasado, otras dos operaciones acabaron con sendas bandas organizadas que actuaban en la provincia de forma similar.


Desde la Policía Local de Zaragoza reconocen que en no pocas ocasiones se encuentran con este tipo de material, en especial en mercadillos ilegales junto al Rastro. "Requisamos desde grifos hasta platos de ducha sin estrenar ya que no pueden justificar su origen", señalan.


A vueltas con la seguridad

Mientras tanto, los promotores inmobiliarios se muestran preocupados, sobre todo por las viviendas acabadas. "Hay tan pocas obras en ejecución por la crisis que hay menos problemas", explica José Luis Roca, presidente de la Federación de Empresas de la Construcción de Zaragoza (FECZA).


Sin embargo, en pisos ya entregados la situación se complica. "En estos casos sí que hay más preocupación, porque existe un gran stock de viviendas nuevas sin vender", comenta. En principio, si la obra se está ejecutando, el responsable de la seguridad es el promotor, que "en algunos casos decide contratar vigilancia y en otros no".


Pero una vez acabadas, las viviendas pasan a ser responsabilidad de los propietarios, ya sean familias que han adquirido un piso o bancos como el Sareb que gestiona los que no encuentran comprador.


En estos momentos de crisis, en muchas ocasiones los vecinos optan por ahorrarse el gasto de un conserje o vigilante, por lo que si representan más del 50% de las propiedades de una promoción, no se contrata. En cambio, si el mayoritario es el banco -o lo que es lo mismo, la mayoría de las viviendas están vacías-, se genera un conflicto en la comunidad por ver quién se encarga del gasto en seguridad.