Medio ambiente

Las abundantes lluvias no alejan la sombra de los incendios

Las precipitaciones han hecho que la vegetación esté verde y húmeda, pero también han favorecido el crecimiento masivo de malas hierbas, que cuando se sequen serán muy peligrosas.

Lucha contra el fuego en Aragón
Las abundantes lluvias no alejan la sombra de los incendios en Aragón
AAPNA

Con el mes de junio llega la alerta máxima en materia de incendios. De momento, el balance de 2013 en Aragón no puede ser más positivo: las abundantes lluvias del invierno y la primavera han evitado que hasta el momento se hayan declarado incendios de importancia. Sin embargo, de cara al verano, todo puede complicarse. Si se declarase un gran incendio en la Comunidad, según la opinión de algunos expertos, las precipitaciones caídas en Aragón no siempre serían un factor positivo.


Partiendo de la base de que resulta imposible predecir si habrá muchos, pocos o ningún incendio durante la campaña de verano, quienes más saben de estas catástrofes forestales se limitan a analizar cómo pueden influir diversos factores en el desarrollo de un hipotético incendio.


Para Ezequiel Marco, secretario del Sector Forestal en la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag) de UGT-Aragón, las precipitaciones registradas este año representan un enorme peligro. Por una parte, explica Marco, “las lluvias han hecho que crezcan las malas hierbas por cualquier rincón y esta vegetación, cuando se seque, actuará como una mecha”, añade.


“Estas hierbas aumentan mucho la rapidez de los incendios y hay que saber que cuando estos se producen los primeros 10-15 minutos son fundamentales para su control”, indica. El responsable sindical explica que la peligrosidad reside también en otro factor: la existencia de una buena cosecha de cereal.


Por otro lado, “las lluvias invernales y primaverales han favorecido el crecimiento de la cosecha, que este año parece que será muy buena”, sostiene Marco. “De esta forma, las cosechadoras tendrán más trabajo en los campos de cultivo, aumentando el riesgo de que se inicie un incendio forestal”.


De la opinión contraria son los APN que forman parte de la Asociación de Agentes para la Protección de la Naturaleza en Aragón (AAPNA). “Que haya más o menos combustible (refiriéndose a la abundancia de plantas) no influye. Los incendios se hacen incontrolables y graves por el viento”, explican desde esta asociación.


“Las lluvias han venido fenomenal a las plantas, que están muy verde”, añaden. “Esto significa que en caso de incendio, la vegetación arderá más lentamente y, además, producirá más humo, lo que hará el fuego visible y nos permitirá actuar más rápido”, explican.


36.000 hectáreas perdidas en cinco años

Forestales de una y otra opinión forman parte del millar de personas que luchan contra el fuego en Aragón. La Comunidad ha perdido en los últimos cinco años más de 36.000 hectáreas de superficie forestal y no forestal, según los datos de la consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.


En la memoria de todos los aragoneses están las más de 8.000 hectáreas que ardieron en la Comunidad durante el año pasado, uno de los más nefastos de las últimas décadas, junto a la campaña de 2009. Este horrible balance quizás ha sido uno de los factores que más ha tenido en cuenta el Gobierno de Aragón para alejar la tijera de la prevención de incendios.


Fuentes de la consejería han indicado que se ha hecho un esfuerzo para mantener el operativo del año pasado. Actualmente están ultimando los preparativos para cerrar el plan de la campaña de máxima alerta, que empezará el próximo 15 de junio.


En total, más de 1.000 personas lucharán contra el fuego en Aragón. Las cuadrillas de Sarga (que trabajarán a pie, en helicópteros, con autobombas y en puestos fijos de vigilancia) están formadas por alrededor de 800 personas. A ellas hay que sumar los más de tres centenares de agentes de Protección de la Naturaleza y técnicos del Gobierno de Aragón.


Desde UGT señalan que valoran de forma positiva que no se haya tocado el plan de prevención de incendios en los últimos años, pero solicitan una racionalización de los turnos de trabajo, sobre todo los meses de verano. “Durante el verano, las cuadrillas terrestres siguen realizando labores de prevención como durante la temporada de menos riesgo”, explica Ezequiel Marco. “Una persona puede estar varias horas podando a 40 grados y que a última hora de su jornada de trabajo le avisen de un incendio y no puede no movilizarse, aunque ya no tenga que trabajar”, indica. Desde UGT piden que se tengan en cuenta estas situaciones a la hora de planificar horarios.


Por su parte, desde la AAPNA, sostienen que los recortes sí han llegado a este ámbito empeorando la situación de los trabajadores. Por ejemplo, que se les ha dejado de pagar los días de formación que reciben y a cambio de estas jornadas laborales les dan días de fiesta para disfrutar cuando termine la campaña o que los coches de renting que fueron retirados hace meses no han sido sustituidos.