"Quien siembra termina siempre recogiendo"

Ni el calor, ni el frío, ni los mosquitos, ni el dolor de espalda. Nada puede empañar la ilusión de Ana Cebrián estos días, en los que comienza a ver brotar sus viñedos en Paniza. Tiene 31 años y, “harta de empapelar media Zaragoza con su curriculum” y con el miedo de ver agotada su prestación por desempleo tras casi dos años en paro, decidió solicitar la ayuda para convertirse en joven agricultora.

Después de trabajar como administrativo y comercial en varias empresas, nada le hacía pensar que sería ella, y no sus dos hermanos mayores, quien pediría consejo a su padre para aprender a labrar los campos, plantar o podar las viñas.

“Nunca había sido mi sueño dedicarme a la agricultura, pero reconozco que el mundo del vino me está enganchando cada día más. Es bonito ver que lo que plantas ahora y mimas con cariño durante meses, tiene su recompensa cuando llega la vendimia”. Aun así, subraya que no es fácil salir adelante con la competencia del mercado y las trabas económicas y administrativas que encuentra por el camino. Es consciente de que "hay que moverse y buscarse la vida como se puede", por eso complementa sus labores en el campo con la comercialización y distribución de vinos de la bodega de su pueblo a través de las redes sociales y de su blog Aromas de Aragón, donde además recoge su experiencia en el mundo de la viticultura.

A pesar de la crisis, Ana es optimista respecto al futuro y piensa que "quien siembra, termina recogiendo". Aunque las cosas no pinten bien, "no ganamos nada lamentándonos". Apela a la fama de cabezotas de los aragoneses para dejar claro que "no nos vamos a rendir fácilmente”. Para ella, esta Comunidad es una tierra llena de oportunidades y solo hay que saber aprovecharlas.

En este día de San Jorge manda un mensaje claro a los políticos: "Les pediría que dejen por un día sus despachos y salgan al campo, pero con la azada entre las manos. Para que vean y valoren el esfuerzo de nuestro trabajo y nos faciliten las cosas".

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