San Jorge 2013

"Quería ser una experiencia viva y activa para ayudar"

Federico Pellicer, de 74 años, es el presidente de SECOT, una asociación compuesta por voluntarios jubilados que asesoran gratuitamente a empresas y emprendedores.

Federico Pellicer, presidente de Secot en Aragón.
"No quería quedarme en contar batallas, quería ser una experiencia viva y activa"

Federico Pellicer nació en 1941 y lleva jubilado 12 años, pero continúa en activo gracias a la labor de Secot, la asociación aragonesa de voluntarios retirados del mundo de la empresa que asesora de forma altruista a quienes tengan un proyecto en mente. "Nosotros nos ayudamos ayudando, somos los primeros que nos beneficiamos de lo que hacemos porque el voluntariado nos enriquece", confiesa orgulloso de la labor del grupo.


Federico preside este colectivo de más de 70 séniors activos. Exdirectivos, economistas, abogados, profesores y veterinarios que colaboran codo con codo para dar soluciones a pymes y emprendedores. "La asociación está pensada para que las personas mayores transmitan su experiencia. Luego –explica– vinieron las prejubilaciones y al prejubilado le ocurre lo mismo. Te rebelas y ves una posibilidad de seguir en activo tratando de actualizarte y mejorar con tu experiencia el espíritu emprendedor de las personas que nos vienen".


Hasta la fecha han atendido más de 2.000 solicitudes, con unas 10.000 horas de consultoría y tutorías personalizadas. En la Cámara de Comercio dicen sentirse como en casa. Allí un sénior de guardia atiende cada semana, de 11.00 a 13.00, a los emprendedores. Después los interesados rellenan una solicitud de lo que desean, entregan el proyecto y este pasa al área técnica, donde se busca al asesor idóneo con una experiencia contrastada de cara a lo que demandan. "Lo único que hacemos es aconsejarles y decirles lo que pensamos. Hacemos un estudio de viabilidad para evitar suspicacias de consultorios privados. No somos su competencia, sino todo lo contrario. Somos la simiente que siembra el emprendedor para salir adelante", matiza.


Como el resto de séniors, Federico paga una cuota anual de voluntario con sus ingresos de jubilado. Su voluntariado –recalcan– no es algo puntual. Está perfectamente organizado, con sus normas y su persistencia en el tiempo. Tanto es así que la asociación celebra este año su 20 aniversario. Federico recuerda el motivo que le llevó a seguir en activo: "Cuando uno llega a la jubilación se encuentra con la barrera de que ya se acabó todo. Luego en el entorno te hacen ver que existe esta labor del voluntariado. Tenía experiencia y no quería quedarme en contar batallas, quería que fuera una experiencia viva y activa", subraya.


Hoy reconocen sentirse agradecidos con todas aquellas entidades que se han volcado con su causa y quieren seguir transmitiendo su discurso para que aquel que tenga inquietud de conocer algo lo haga. "Al estar personas de diferentes disciplinas cuando nos viene alguien con un proyecto siempre hay quien conoce parte de él, aunque no solo atendemos a emprendedores, también a empresas que se ven en un momento difícil y acuden en busca de alternativas", indica.


Pero con tanto trabajo... ¿qué piensan sus familias? "La verdad es que están todos muy contentos porque como dicen las mujeres: un hombre en casa es como un armario en un pasillo, estorba siempre", cuenta entre risas.



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